Aiden estaba en el suelo, aun tenía los ojos cerrados, y sus manos cubrían su barriga.
Todos allí cortaron su respiración por un segundo, y aunque no lo crean también Eleonor. Todos estaban impactados, inmóviles y sentían que el corazón dejaba de latir y se empezaba comprimir de una forma molesta y que causaba aún más tristeza y pánico.
Sangre, eso había de sobra, pero esta sangre era muy buena y pura.
Eleonor aún apuntaba el arma que humeaba por el reciente disparo, pero había quedado paralizada. Alira al igual que Isaias, Matt junto con Sabrina y Nate que habían llegado corriendo al lugar se quedaron inmóviles. No podían creer como Eleonor había llegado tan lejos, como pudo haber sido tan vil.
Aiden abrió sus ojos, las manos aún las tenia en el vientre, donde sentía a su bebé. Se tocó en cada parte de su cuerpo para sentir donde estaba la bala, pero no había rastro, y claro que no lo había, la bala no le había dado a él.
-¿Li-Lia?- preguntó el omega viendo a su amiga parada entre él, el arma de Eleonor y ella.
Lía tocó su pecho, sentía algo tibio, era un líquido, aun seguía mirando los ojos llenos de pánico de su tía, los cuales estaban clavados en los suyos, y aunque sea imposible de creer, Eleonor soltó una lágrima.
-¿Lia?- dijo preocupado Aiden tratando de retener un par de lágrimas, y a que sabía lo que había pasado.
Lía empezó a voltear hacia su amigo, dejando ver como su playera de color blanco se manchaba de rojo.
-Aiden- susurró antes de caer, pero Aiden la tomó entre sus brazos.
-¡Lia!- gritó Matt soltando todas las lágrimas que tenia acumuladas- hermana-
-Hija- dijo Alira también en llanto, todos rodearon a los dos muchachos.
-¿Por qué hiciste eso?- preguntó Aiden, sus lágrimas habían caído en las mejillas de la castaña, que se habían fusionado con las suyas.
-Yo.. Yo... No pue.. No puedo vi...- Se ahogaba con su sangre, y su familia se ahogaba en llanto- no podía dejar que mate a mi mejor amigo- comentó rápidamente. Tosió un poco de sangre.
-Te llevaré a un hospital allí po...- Aiden fue interrumpido por Lía.
-No- negó la castaña- si lo haces no te perdonaré- Aiden sollozo en el precio de su amiga- no puedo vivir en un mundo donde Josh esté muerto- volteó a ver el cuerpo de su novio que estaba prácticamente frente a ella. Sonrió al verlo- déjame ir-
-No, eso jamás, tú.. Me defiendes, m e haces reír, me pones loco en ocasiones- rió el omega-¿Quien va a ayudarme cuando Matt esté en celo?-
-¿Quien va a golpearlo cuando se sobrepase contigo?- pregunto sarcástica entre una carcajada la alfa.
-Te necesito-
-Lo se.. Pero es mi hora-
-No me dejes- suplicó lagrimeante Aiden.
-Hasta cuando agonizo eres irritante- todos soltaron una tenue y triste carcajada.
-Y tu sigues siendo sarcástica- bromeó el muchacho.
-Te amo hermana- dijo Matt abrazando a la castaña.
-Te amo Matt, los amo a todos- dijo llorando la muchacha esperando a que llegue su destino- te amo amigo-
-No me dejes- volvió a suplicar el omega, sus lágrimas cubrían sus mejillas, se había manchado un poco con la sangre te su amiga.
-Siempre estaré en tu corazón- dijo tocando con un dedo el pecho izquierdo del muchacho-Hay personas que no tienen la oportunidad de despedirse de quienes aman, aprovecha esta oportunidad- Aiden negaba, no quería, no puedo, era su amiga quien se sacrificó por él, pero no podía aceptarlo, era una tortura- No descansaré en paz si no me dices adiós- dijo entre lágrimas, ella luchaba por vivir para poder escuchar esa palabra, adiós, la palabra más difícil de pronunciar.
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Licantrophes: La Manada Luna Llena
WerewolfAiden, un humano como todos nosotros, se embarca en un viaje con su madre desde su ciudad natal (Madrid) a Barcelona por asuntos de trabajo por parte de la mayor. ¿Cuántos de ustedes saben de los hombres lobo? Sí, aquí aparecerán estos míticos y mis...