________ frunció el entrecejo al leer la última línea de su diario. No supo qué escribir a continuación, cuales eran sus prioridades. Por lo general, no tenía dificultad en expresar sus sentimientos. El problema era que no sabía cómo me sentía. La vida la confundía demasiado. Habría tenido que estar desolada por la traición de su mejor amiga, pero no era así. Por sobre todas las cosas, se sentía irritada. Tendría que estar furiosa consigo misma por haber echado a perder la oportunidad de decir adiós para siempre a Lavender House, pero no lo estaba.
''Oh, bueno — pensó cuando levantó la vista y vio que se acercaba el autobús —, tal vez comienzo a acostumbrarme a esto.''
Su ánimo dio un giro de ciento ochenta grados cuando entró en el bar y vio a Crawf detrás del mostrador, sosteniendo un vaso de Coca en la mano.
— Hola. Te vi bajar del autobús. Espero que sea esto lo que quieres tomar — dijo, agitando el vaso en dirección de ella.
Se sintió halagada.
— Así es.
Se miraron a los ojos durante un momento; el silencio fue un tanto inquietante. Luego los dos hablaron a la vez.
— ________
— Crawford
Entre carcajadas, él dijo:
— Las damas primero.
— Quería saber si trabajas todos los días. — Se sorprendió de sus propias palabras. Distaba mucho de actuar con cautela. Pero por alguna razón, tal vez a causa del Hogar, ya no quería jugar. Crawf le gustaba. Quería saber si él gustaba de ella o si solo estaba malinterpretando las cosas, y quería ser cortés.
— Menos los domingos — respondió, con una chispa de picardía en la mirada.
_________ frunció el entrecejo.
— ¿Qué te resulta tan gracioso? — Dios, preferiría morir si él estaba riéndose de ella, si se había dado cuenta de que la había flechado.
— Nada. Solo que estaba por preguntarte lo mismo.
— Menos los domingos — repitió ________ con profundo alivio. Si bien quería ser honesta, no le habría caído muy bien que él no la tomara en serio.
La miró boquiabierto
— ¿Trabajas como voluntaria seis días por semana? — le preguntó con aire incrédulo —. Por Dios, ¿qué eres? ¿Una santa?
________ no supo qué decir. ¿Cómo explicar que había cercenado prácticamente todos sus ratos libres? No quería confesar el verdadero motivo de su trabajo en Lavender House. Todavía no. No hasta que no se conocieran mejor.
— No soy una santa — contestó, y se encogió de hombros con indiferencia —, sino una persona común y corriente. Pero cuando uno decide hacer algo, debe asumir una especie de compromiso, ¿no crees?
— Si, claro, pero seis días por semana… — No parecía convencido.
________ no quería que la creyera rara. Tal vez había tenido que decirle la verdad. Pero justo en ese momento él le dirigió una sonrisa de admiración y decidió no dejarse llevar por sus emociones. Aunque nadie la había mirado así en toda su vida, esos ojos no lograrían arrancarle la verdad.
— Bueno, parece una idea un poco loca, pero buena. Tienes razón — concedió Crawf —. Los compromisos son importantes.
— Tú trabajas seis días por semana — señaló ella, sintiéndose incómoda de repente —. Es mucho más duro que hacer de voluntaria.
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NO ME OLVIDES (Matthew Espinosa y tú)
Fanfiction"Querido diario: ¿Por qué la vida es tan difícil? Cuando me sorprendieron robando, creí que el mundo se derrumbaba. Fue una estúpida travesura, pero eso no fue lo peor: la jueza me impuso una pena de trescientas horas de servicio comunitarios. ¡Toda...