Extra I (Clarisse)

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Clarisse iba sin rumbo por la carretera, aunque fuese ya de madrugada, la ciudad seguía viva, así que no le tomó mucho encontrar algún lugar donde continuar su noche.

Se había mentalizado ya superar todo lo sucedido esta semana, desde la confesión a su amor de años y tener que asistir a su boda, a los miles de pensamientos que invaden su cabeza diario y solo aumentaba su ansiedad.

Genuinamente se sentía feliz por Sarah, lo que estaba viendo era su sueño y su ideal de una vida plena, ella lo sabía mejor que nadie, y aunque le doliese, era lo correcto mantenerse a la distancia.

Clarisse entró en un pequeño y cálido bar que no estaba tan lleno, tenía buen ambiente, había música suave sonando de fondo y pequeños grupos de personas, cada quien en su mundo.

Caminó hacia la barra para sentarse en una de las esquinas y pidió una cerveza.

Se sentía un poco culpable por estar bebiendo, la última vez que lo hizo cometió la estupidez de la que ahora se arrepentía, pero aunque el momento no fuese el indicado, fue liberador.

Durante toda su vida se abstuvo a mirar a la distancia, sin dar un paso, sin avanzar, por pura cobardía, naturalmente iba a llegar el momento en el que iba a explotar. Sin embargo, a pesar de todas las circunstancias, la había aceptado, no la juzgó, no la regañó, lloró con ella y la reconfortó.

Se supone que la situación ya estaba solucionada, pero aun así no pudo evitar contener las lágrimas.

Tomó una respiración y bebió más de la mitad de su cerveza de un solo trago.

—Hey, hey, tranquila —alguien que estaba al lado de ella le habló—, la cerveza no va a salir corriendo, tómala con calma —dijo mientras reía.

Clarisse se limpió la boca y miró a la dueña de la voz.

Cabello largo y negro, con porte elegante, parecía ejecutiva, le calculaba su misma edad.

—Lo sé, solo tengo bastante ganas de beber —intentó excusarse.

La chica volvió a reír.

—Para eso estamos aquí todos.

El ambiente en el bar era tranquilo, había grupos pequeños de fiestas, cada quien en su mundo, música popular sonando bastante de fondo

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El ambiente en el bar era tranquilo, había grupos pequeños de fiestas, cada quien en su mundo, música popular sonando bastante de fondo.

—¿Qué te tiene así, querida? —Clarisse la vio, alzando una ceja—, a veces es bueno contarle tus problemas a un extraño ¿sabes? Puede ser terapéutico.

Clarisse lo pensó, no tenía muchas ganas de hablar, sin embargo no le vendría mal algo de compañía. Se acomodó en su puesto, cosa que la desconocida vio como señal para acercarse más.

Era bastante guapa, buena figura y mirada coqueta, sin parecer demasiado intrusiva.

Se sentó al lado de Clarisse, volteandose para quedar frente a ella, Clarisse dió otro trago.

Gardenias (Girls love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora