* . • 006

720 51 122
                                    

•𝐁𝐚𝐡í𝐚 𝐝𝐞 𝐓𝐨𝐤𝐢𝐨, 𝟐𝟕 𝐝𝐞 𝐣𝐮𝐥𝐢𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏•

—¿Has hablado con ella?

Había sido un murmuro tan suave que a Abril le costó, a consecuencia del rebumbio que se había aglomerado en su habitación, escuchar la duda pronunciada por Eric.

—También he hablado con sus hermanos; se ha acabado.

—¿Se ha acabado? —interrogó sorprendido y, notablemente, emocionado.

—Oficialmente, no. Pero en cuanto Hugo y Dafne se aseguren de que Jordan esté en buenas manos y recojan todas las pertenencias de Vega del apartamento, se acabó.

De manera inevitable, el catalán esbozó una sonrisa de orgullo y dicha. Ansiaba ver a su amiga desprenderse de las cadenas que la mantenían cautiva en el infierno.

—¿Ya has cambiado de objetivo, García? —con burla, Javier Puado se pronunció; lo que provocó una risa general y un "cállate" por parte del defensa del Barcelona.

Abril, al percatarse de que las mofas habían sustituido la calma y que replicar el comentario del delantero del Espanyol sería en vano, se introdujo en la habitación negando y riendo.

—Las preferencias de Eric no son precisamente las rubias —formuló Vega en un murmuro burlón, siendo únicamente escuchada por Pau.

—¿Es un mal momento para informar de que no sé jugar al póker? —cuando el defensa del Barcelona cerró la puerta de la habitación cuatrocientos quince y tomó asiento junto a los miembros restantes de aquel variopinto grupo que se había reunido en la habitación de las nacionales del equipo de baloncesto, Pedri se pronunció.

—¿Es un mal momento para informar de que esto me parece una mala idea? Mañana tenemos partido; y si Lucas Mondelo se entera de que no estamos descansando... —manifestó Lena, recibiendo un conjunto abucheo por parte de los allí presentes.

A la madrileña la idea de realizar una timba de póker clandestina —proposición sugerida por Asensio y Ceballos— no la convencía. A Vega, sin embargo, un pasatiempo que implicase no encontrarse a solas con sus pensamientos le parecía un buen plan.

—Nosotros también tenemos partido mañana —declaró Pau, tratando de eliminar la preocupación de la joven.

—Y no todo va a ser entrenar, trabajar y descansar; también merecemos una tregua, ¿no? —sentenció Dani Ceballos, antes de comenzar a barajar las cartas—. Todos sabéis jugar, ¿verdad?

Ante la cuestión del jugador del Real Madrid, Pedri atrapó entre sus manos un cojín y se lo lanzó al rostro; su "no sé jugar al póker" había sido completamente ignorado por el mayor.

—Al único juego de cartas al que sé jugar es al Uno —manifestó.

—Niños —formuló el mallorquín en un susurro socarrón antes de explicarle al más joven cómo se jugaba al póker y cuáles eran las normas a seguir.

—Soy muy competitiva —avisó Abril, tras colocarse entre Vega y Puado. A aquella reunión improvisada también se había unido Vallejo, arrastrado hasta allí por sus compañeros del Real Madrid.

—¿Ah, sí? Pues prepárate para perder, Fernández —atacó Javier con gracia.

—Como somos diez, tres deben esperar a la próxima partida —formuló Ceballos, recordando que el número máximo de jugadores en una partida de póker era siete.

—Yo prefiero mirar; los juegos de cartas no son mi punto fuerte —decretó Lena, recibiendo un "tampoco el mío" por parte de Vallejo.

—Yo mejor espero a la siguiente partida —habló Pedri, siendo así el tercer miembro en quedar fuera del juego inicial—. Porque creo que no he entendido bien la explicación de Marco.

𝑻𝒐𝒌𝒊𝒐 // Pᴀᴜ TᴏʀʀᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora