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— ¡No! ¡De ninguna manera!... es que... ¡No! —Los gritos se oían por casi toda la casa, gritos que estaban a nada de reventar los tímpanos de Marcus

¿Cuál sería en este caso el motivo del mal humor mañanero de Hayden? Algo tan simple como decirle "Nos quedaremos a vivir en Seúl"

— Cálmate Cata, no es el fin del mundo —Habló con un tono calmado, bebiendo el contenido de su vaso—. Aparte de que tus gritos se escuchan en todo el barrio —Aunque tampoco es que Marcus ayudará a reducir el mal humor de esta ¡Todo lo contrario! Pareciera que quería agotar la paciencia aún más.

— Para ti no hay problema —El caminar de la pelirroja iba del lado al otro en aquella pequeña cocina del hotel donde decidieron hospedarse y que estaba mareando—, estoy a dos años ¡Dos putos años! De entrar a la universidad ¿Dónde diablos voy a terminar mis estudios?

— Ya estás en proceso de inscripción.

Solamente quedó el ruido de los platos al ser servidos y el de la preparación del desayuno.

— Me estás jodiendo ¿Verdad? —Las palabras de la pelirroja fueron rápidas y directas— De acuerdo, dejemos eso de lado. Explícame en cristiano simple ¿por qué de repente nos quedaremos en Corea?

— Es una conversación que aún no puedo tener contigo porque no la entenderlas —Marcus miró a su hija con curiosidad, pues el gruñido de desesperación de su hija era ya la señal de haber aceptado la propuesta— ¿Gustas ya desayunar?

— … Si por favor —Ya resignada, Hayden se sentó a un lado de su padre, no le quedaba de otra más que aceptar.

— Se que te gustará vivir aquí —Trato de animar los ánimos de la adolescente, sirviendo el desayuno—, lo mismo decías de vivir conmigo —Con tranquilidad le brindó una taza llena de café ya servida que estaba en la encimera.

Con el olor a café llego a sus fosas nasales parecía que su humor mejoro de manera considerable — ¿Tiene azúcar y está bien cargado? —

— Como te encanta~ —Ninguno de los dos emitió más palabra en lo que se llevaron sus bebidas respectivas a la boca, disfrutando el sabor.

— ¿Mi pan? —Las palabras volvieron luego de un breve silencio, teniendo a la pelirroja volteando a ver a su padre ya más calmada y con su vista bailando entre el mayor y un sartén con un revoltillo recién hecho.

— Tostado medio, con mantequilla pero no en exceso a tu izquierda —Los ojos de Hayden brillaban por solo ver la delicias a su lado—. Huevos revueltos, toma todo lo que quieras.

Ni lento ni perezoso Hayden empezó a comer aquella delicia mañanera, vaciando completamente el sartén sin apartarlo mucho de su persona— ¿Cómo sabes siempre como es que quiero el desayuno? —Pregunto devorando cada cosa que le fue preparada.

— Has de cuenta que es magia mi llamita. Ahora, respecto a lo anterior —El hombre saco de su bolsillo un par de llaves, las cuales no tardó en dárselas a su hija—, te voy a poner ciertas reglas —Como era de esperarse las quejas no se hicieron esperar aunque fueron ignoradas por quién hablaba— La primera es, obviamente, que vas a estudiar. No en casa ni particulares en una escuela

— Y mis habilidades sociales valdrán tres hectárea de mierda de caballo —Marcus ignoró aquello nuevamente enfadando aún más a la chica. De a poco la mirada de Hayden se volvió a posar en el sartén.

— Quiero que te ejercites, cuando te dejo sola tiendes a volverte una perezosa de primera —Igualmente Marcus hizo ojos ciego por dicha acción de momento—. Nada de fiestas alocadas, esta de más eso pues se que las odias; trabajó que te diga trabajo que me cumples, sin rechistar.

Hayden con todo eso decidió que era una muy buena idea tomar la sartén y tratar de darle un muy buen golpe. Hablamos de tratar pues su padre le paro la mano en el acto sin esfuerzo.

— Y tendrás un guardaespaldas —Termino de decir sus condiciones, plantando una sonrisa en su rostro.

— Olvídalo viejo —Cuando soltaron su mano ella fue con calma a dejar el sartén en la lavaplatos—. Aunque se que no tengo opción, legalmente me mandas —Soltando un suspiro procedió a acomodar los cabellos que molestaran su rostro— ¿Qué fiesta nos toca este año? —Busco desviar el tema de manera rápida.

— Toca Año nuevo llamita —Observo como su hija simplemente se encogió de hombros, restando importancia—. Se supone que tienes memoria eidética ¿Por qué nunca recuerdas cuál fiesta toca? —Ambos bostezaron al mismo tiempo, finalmente ambos terminaron de tomar su desayunó.

— Me voy, tengo que salir con esa niña —Rápidamente la pelirroja tomó sus cosas, acomodando su cabello simplemente. Hayden se iría de la casa dejando en soledad a su padre.

Rosas y Espinas  |《Lookism》|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora