Madelaine Petsch.
—Ahg, soy estúpida—se reprocho mientras tapa su rostro son sus manos.
—Ya arreglaran las cosas—comente.
—Solo le dije eso porque me dolía pensar que mi mamá pudiera estar recibiendo golpes, pero de verdad aprecio todo lo que ella hace—levantó su rostro.
Sus ojos estan rojos e hinchados, después de la discusión de anoche con su mejor amiga se largo a llorar.
—Todo va a estar bien, ______, calma, son mejores amigas de toda la vida, se quieren demasiado—agregue tomando su mano entre la mía.
—Debió sentirse fatal, nunca habíamos discutido así—hice una mueca asintiendo.
—Tal vez si te pasaste un poco—ella giro los ojos.
—Me pase mucho, diría yo.
Me miro con sus ojos enrojecidos y suspiró.
—Odio hacerle daño, ella es tan buena conmigo—me lance a abrazarla y ella gimió de dolor.
Me separé rápidamente—Lo siento, lo siento, me olvidé.
Ella en silencio acerco su rostro a mi y me beso lentamente, al separarnos reí por lo bajo y ella frunció el ceño.
—¿Qué es gracioso?—inquirió.
—Es que, cuando nos conocimos pensé que eras una perra sin sentimientos, a simple vista pareces un témpano de hielo pero ahora veo que las apariencias engañan y llegas a derrumbarte en un segundo—artícule.
—No puedo estar sin Davina, y seguramente no pararé hasta arreglar las cosas con ella, si es necesario pondré el mundo de cabeza, es una hermana para mi—mencionó.
—¿Alguna vez llegaste a sentir algo por ella? ¿O ella por ti?—interrogue.
Ella meneo la cabeza.
—Nunca la he visto de otra formó más que una amiga o familia, creo que siempre he tenido claro que Davina y yo no cuadramos, no complementamos de esa forma—asentí mordiendo mi labio inferior, ella tomó mis manos entre las suyas—En cambio contigo me completemento de todas las formas.
_______ me jalo levemente, ella cayó en la cama de espaldas y yo encima de ella.
—¿Ya no te duele?—frunci las cejas.
Ella se encogió de hombros.
Mis labios encontraron los suyos, el deseo me invadió por completo, cuando nos separamos por falta de aire, _____ lamio sus labios y bajo su vista a mis pechos.
—Te ves preciosa encima de mi, pero hay mucha ropa ¿no te parece?—sonreímos para empezar a quitar nuestras prendas.
<<¡Mierda! ¿He mencionado lo caliente que me pone ______?>>
Mientras masajeba sus senos baje a su intimidad, libere una de mis manos y empecé a hacer círculos en su clítoris.
—M-Mads—la mire con diversión.
Tener el control de la situación siempre es tan excitante.
Introducí dos de mis dedos en ella, hundiendolos con fuerza mientras un fuerte gemido dejaba sus labios, comencé a salir y a entrar de ella lento.
—Maldición—ella empezó a masajear su seno derecho—Sino lo haces más rápido juro que te mataré.
—Tienes un mal vocabulario, amor.
______ empezó a mover un poco sus caderas—Te lo suplicó, Mads, más rápido.
Hice lo que pidió, mis dedos la penetraban una y otra vez, sus gemidos eran tan fuertes.
<<Esta mujer va a volverme loca.>>
Su cabello esta desordenado, una leve capa de sudor está en su frente, ver que está de piernas abiertas solo para mí es tan satisfactorio.
Mi lengua hizo contacto con su intimidad y ¡Dios! Que rico, mis dedos seguían el ritmo mientras mi lengua hacia círculos en su clítoris.
—¡Ah! Mads, si. ¡Sí! ¡Así!
Sus gemidos me excitan de una forma extraordinaria, puedo sentir lo goteante que esta mi zona.
Seguí estimulandola hasta que—¡Madelaine!—su orgasmo llegó, mis dedos salieron de ella empapados, mi lengua saboreo algunos de sus fluidos.
Subí a besarla mientras sonreíamos.
—Dios, ¿Dondé aprendiste a hacerlo tan bien?—pregunto mientras su respiración se controlaba.
Solo le di una sonrisa traviesa mientras lamia mis labios, y introducía mis dedos a mi boca chupandolos.
—Eres extremadamente sexy, Madelaine Petsch.
Seguido de eso sentí como me colocó encima de ella nuevamente, pocionandome entre sus piernas, haciedo que nuestras zonas se rozaran.
—Ahora, quiero que te muevas—ordenó.
—Eres mandona a veces—hablé mientras empezaba a moverme.
<<Maldita sea, esta fricción se siente jodidamente bien.>>
Los gemidos de ambas se mezclaron en la habitación, el sonido de nuestras pieles chocando nos excitaba a un más, hasta que ambas empezamos a escurrir, nuestros fluidos bajando por nuestros muslos, nuestras respiraciones agitadas y todo el sudor que había entre nuestros cuerpos.
-
—¿En serio vas a irte?—hablé haciendo un puchero.
—Sí, voy a hablar con Davina y veré que mamá este bien—menciono mientras colocaba su camisa.
—No te metas en más problemas con tu papá, por favor—comente mientras me tapa con la sabana.
_____ se acerco a mi y dejo un pequeño y húmedo beso en mi cuello—Vendré temprano mañana.
Fruncí el ceño.
—¿Para qué?
Ella sonrió con diversión y hablo.
—Tenemos que volver al trabajo—voltee los ojos y suspire con molestia—Y después quiero que me ayudes, compre un departamento en el sur de la cuidad, tengo que amueblarlo y tienes buenos gustos así que...
—¿Vas a mudarte?—inquirí.
Meneo la cabeza—Lo compré para mamá, haré de todo para que no este más con mi papá.
Asentí dándole un beso en la comisura de sus labios.
—Te amo—hablé.
—No seamos cursis—articuló con burla.
—Bien, lárgate entonces—comente dándole un pequeño empujón.
—Au—menciono dramáticamente—Agresiva e irritante.
Reímos.
Dejo un beso en mi frente y se levanto ya lista para irse—Te amo, zanahoria.
Seguido de eso sentí la puerta principal cerrarse y a una Olive corriendo con desespero hacia mi.
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Sorry por tan corto:/
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Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)
Fiksi RemajaDespués de que la actriz Madelaine Petsch terminara su rodaje de grabación en la serie Riverdale, Petsch empezó un nuevo proyecto. Una nueva película, van por la mitad de las grabaciones cuando una nueva co-directora T/n Williams se une al elenco...