Chifuyu quería someter a Baji, llevar las cosas más allá.
Ansiaba follar ese lindo y redondo trasero que poseía su querido y amado novio, hacerlo gemir de placer, que pida por más y más.
Y esperaba que el orgullo del contrario lo dejara lograrlo.
...
Primero vengo a dejar en claro que esto es un smut a parte ambos tienen 15 y 16, nunca sucedió el Bajitruco porque esto es un dimensión alterna, y cabe mencionar también que esto es un one-shot, aunque los más probable es que le haga una segunda parte. Idk
Y dejar presente que este es mi primer intento de narración ya que desde hace tiempo estaba con la curiosidad de escribir algo como esto, así que puede contener varios errores ortográficos como partes incoherentes.
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Llevaban ya varios meses de relación de relación, a pesar de eso nunca habían pasado del límite de unos besos y simples caricias, el más bajo no estaba conforme con esto, solo habían sido algunos roces y besos subidos de tono pero nunca más allá.
No pensaba permitir eso, ya llevaba semanas intentando que el pelinegro se cuenta de sus indirectas, pero no le funcionó así que ahora tenía pensado poner a prueba alguna que otra cosa que había leído en algún manga cualquiera.
Lo que el quería era tener al mayor gimiendo su nombre, aruñando su espalda, llorando de placer por el mar de sensaciones que lo inundaban e incitaban a pedir más, hacerlo sentir muchas cosas y sensaciones nuevas pero que sobre todo se sienta bien.
Pero sabía que iba a ser algo complicado llegar hasta ese punto devido a la personalidad orgullosa que el azabache poseía.
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Pequeñas gotas traslúcidas comenzaban a caer del cielo una tras otra, comenzando a su vez una pequeña llovizna. Se encontraban en el apartamento de Chifuyu ya bañados y cambiados. Pasando el rato después de una reunión de la TouMan que duró menos de lo previsto.
El ya mencionado se encontraba sentado en el suelo leyendo un manga que había empezado el día anterior, mientras que el azabache yacía boca abajo en la cama jugando con el gato del rubio.
Chifuyu se encontraba nervioso, fuera de sí. Perdido en el mar de pensamientos que ahora surcan por su mente, estos pensamientos mayormente estaban dirigidos hacia el pelinegro que se encontraba a sus espaldas.
Se estaba cuestionando si actuar o no, por una parte no podía echar todo por la borda, porque al parecer la suerte estaba de su lado.
El día anterior su madre le había avisado que hoy se iba a un viaje de negocios. Y efectivamente así fue. Lo confirmo cuando terminó su jornada académica y no había nadie en casa a la hora de regresar, también había mencionado que no regresaría hasta el lunes en la mañana por lo cual significaba que tendría el apartamento solo.
