Adora comenzó a recobrar la conciencia poco a poco, notando un contacto tibio de parte de otro cuerpo. Lejos de encontrarse asustada, abrió sus ojos poco a poco, encontrándose con parte de la gran melena que Catra poseía, sus ojos cerrados y sus labios entreabiertos, mostrando sus colmillos sobresalientes.
Sonrió levemente, recordando aquellos tiempos en los que ambas lograban dormir solamente estando juntas, pero agradeciendo la carencia total del pánico mañanero antes de que las levantaran para comenzar con sus "clases y tareas".
Sintió cómo la morena comenzaba a inquietarse un poco, acercándose más a ella y acurrucándose sobre sus brazos que la recibieron con cariño, aquel cariño que anhelaba desde hace tanto tiempo. La nariz de la rubia se hundió en su gran melena, sonriendo aún más al notar que su olor era el mismo de siempre, a manzana.
Se sentía completa, cosa que le era extraño y placentero a la vez. La seguridad que la invadía en ese momento de silencio era tan familiar que terminó por agradecerle al universo por su reencuentro, a pesar de que este haya sido tan desastroso.
Los ojos bicolor comenzaron a abrirse, notando la gran cercanía con la rubia, a lo que instintivamente se separó, mirando con sutileza hacia arriba, notando la pequeña sonrisa en la ojiceleste.
—Buenos días—. La morena se sonrojó, había olvidado por completo la noche anterior y los nervios entraron en su sistema desde ya temprano. Desviando su mirada, respondió.
—Buenos días, Adora—. Hizo amague de girarse y levantarse, para no invadir más de lo que ya había hecho, pero los fuertes brazos de la rubia la aprisionaron contra su pecho, reaccionando rápido a sus intenciones.
—Recién son las 6AM, aún tengo media hora más—. Procedió a hundir su rostro en la cabellera castaña por segunda vez en minutos.
Catra se sentía morir. ¿Acaso estaba soñando? Su corazón latía a mil, su nariz estaba a mililitros de sangrar debido a su gran sonrojo y no sabía dónde colocar sus manos, y sin mencionar el hecho de que sentía la respiración de la mayor en su cuero cabelludo y sus brazos tonificados alrededor de su cintura y cuello.
«Ay, por amor a la Virgen. Gracias universo por despertarme hoy con tan bello regalo»
—Puedes abrazarme también, si así lo quieres—susurró, recibiendo la atención de Catra. —Te noto inquieta, ¿estás incómoda?
—No, no —se defendió en segundos, evitando que se separe más de un centímetro. —Sólo no sabía dónde poner mis manos —continuó, un poco avergonzada.
La rubia soltó una pequeña risa y procedió a tomar las pequeñas manos de la morena entre las suyas y colocarlas alrededor de su torso, para luego volver a la posición inicial.
—¿Ahora sí?—. Consultó, suspirando una vez más ante la embriagante fragancia de manzana. Catra sólo asintió, acomodando su rostro cerca del cuello de Adora.
Aquella media hora pasó lenta, ambas disfrutaban en grandeza de la presencia hogareña de la otra, sin esperar en absoluto el sonar de la alarma, ya que pedían más de ese despertar mañanero al universo, siendo concedido el deseo.
El despertador comenzó a sonar, recibiendo quejas de parte de ambas féminas. La rubia se levantó de su lugar y lo apagó, cayendo boca arriba en el sofá-cama, observando el techo en silencio, maldiciendo en su cabeza por tener que volver a "la vida real". Catra observó esta secuencia minuciosamente, detallando el perfil de la mayor, sin poder procesar aún en su cabeza lo que había estado pasando.
«Poco a poco, me estoy acercando más a ella, y me está recibiendo con los brazos abiertos»
Sonrió levemente ante su pensamiento, perdida en su cabeza ante la pequeña chance de que sus sentimientos sean correspondidos, sin caer en la cuenta de que era observada.
—¿Estás contenta?—preguntó, sacándola de las nubes con un sonrojo.
—¿Eh?
—Te veo risueña—. La morena ni se molestó en responder, sólo se giró en vergüenza, dándole la espalda a la mayor. Lo que luego sucedió la dejó inmóvil.
La risa de Adora resonó en el departamento, para luego acercarse a su lugar y abrazarla por la cintura, plantando un pequeño beso en su hombro y luego en su cuello.
—Me daré una ducha, deberías usar el baño antes—. Asintió, aún atónita por lo sucedido y se levantó, encerrándose en el sanitario para comenzar a cepillar sus dientes.
«¿Qué carajos fue eso?» cuestionó, golpeándose mentalmente por la sonrisa de estúpida estampada en su rostro.
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Detrás de rejas [Catradora]
FanficAdora patrulla las calles de Brightmoon en la noche, como le habían asignado sus superiores, cuando se encuentra con una persona inesperada... En una situación inesperada. -A-Adora... No creerás que yo la maté... ¿v-verdad? Advertencia: menciones co...