Capítulo uno | You don't know

284 19 0
                                    

Las 6:30 de la mañana y yo ya estoy lista para ir al colegio. Solo por ella.

Tomo mi mochila y me veo en el espejo una última vez, esperando que hoy ella me diera aunque sea una mirada. Sonrió inconscientemente al pensar en ella.

Bajo las escaleras y saludo a mi mamá, que está en la cocina preparándome el desayuno. Me acerco a ella, le beso la mejilla y me siento en la barra, esperando a que mi mamá me de mi comida.

—Tan temprano, como siempre.— Murmura ella, mas para sí misma que para mí. Sonrió.

—Ya me conoces.— Bromeo y ella ríe conmigo. Platicamos un rato acerca de cosas banales, como la escuela, el clima y otras cosas. Termina de cocinar y me da unos huevos revueltos con tocino. Mi estómago pide a gritos esa comida, no lo dejo esperar más y me llevo el primer bocado a la boca, el cual disfruto con alegría.

Al terminar de comer, recojo mi plato y voy a cepillarme los dientes. Me despido de mi mamá y voy a la parada a tomar el autobús.

Allí me encuentro a mi mejor amiga de toda la vida: Kate. La única que sabe de mi "pequeño" enamoramiento. Le sonrió y ella se acerca para saludarme con un beso en la mejilla.

—Otra vez temprano.— Dice tal como mi mamá lo hizo hace un rato.

—Como siempre.— Contestó. Ella rueda los ojos, pues sabe la razón de mis ganas por ir al colegio.

El autobús llega a tiempo y ambas nos subimos y, como todos los días, nos sentamos en los últimos asientos a petición mía, solo para verla subir cada día.

Al llegar a su parada, rápidamente la busco entre todos los chicos y chicas que suben al autobús...y ahí está ella. Con su cabello liso y sus ojos color miel. Ella es simplemente la representación de la belleza; viene vestida con unos shorts de mezclilla y una blusa de botones azul sin mangas.
Simplemente perfecta.

Se sienta en hasta en frente con su grupo de amigos, ella siempre ha sido muy sociable. La sigo mirando y no me doy cuenta de que el autobús ya está en marcha nuevamente.

—Deja de babear, Dixie.— Bromea Kate a mi lado. Salgo de mi trance y la miro enojada. Odio que me diga ese tipo de cosas, pero es cierto. La codeo levemente y ella solo ríe, lo cual me hace reír a mi también.

Rápidamente, llegamos al colegio. Ambas tomamos nuestras mochilas y esperamos que todos bajen. Busco a la chica de mis sueños con la mirada y la encuentro entrando por la puerta. Me apresuro a bajar, ya que probablemente la piedra de vista si no lo hago, y entro al colegio, casi detrás de ella.

Kate tiene que correr para alcanzarme y cuando lo hace suelta una carcajada. Ella encuentra divertido esto de mi enamoramiento hacía la oji-miel.

Va directo a su taquilla, platicando con su mejor amigo, Larray. Tiene muchos amigos pero es más cercano a él, al igual que charli y avani. Son personas muy agradables pero nadie como mí Addison.

Algún día me gustaría decir eso y que fuera verdad.

Camino hacia mi taquilla yo también, con Kate a mi lado. Nuestras taquillas están junto a la otra, y la de Addison está justo al otro lado del pasillo. ¡Ja! Si, claro. El universo conspira contra mí, en realidad.

Como una vez que estaba lloviendo a cántaros y era el último día de colegio. Debía llegar a casa temprano, nos íbamos a méxico a visitar a mi familia. Tenía miedo de salir corriendo y resbalarme. Así que me arriesgué a correr bajo la lluvia y pasó exactamente lo que había previsto: me caí y no solo me caí, sino que de sentón...y en el lodo. Frente a toda la escuela. Incluyendo a Addison.

Todos se empezaron a reír de mí mientras yo moría de la vergüenza. Todos menos ella. Ella me veía con lastima; no exactamente lastima, pero veía en sus ojos que quería venir a ayudarme. Yo me levante inmediatamente y salí corriendo de nuevo, con una gran mancha de lodo en mi trasero. Quiero creer que por la rapidez que tuve al levantarme Addison no fue a ayudarme. Eso fue hace como un año.

Y fue el momento más vergonzoso de toda mi corta vida.

En fin, la campana suena por todo el pasillo y tomo mis libros con rapidez, al igual que Kate. Nos apresuramos a nuestra primera clase la cual compartimos con Addison, por suerte.

Yo comparto la mayoría de las clases con Addison, en realidad. Solo en algunas estoy solo con Kate, pero me alegra que en más que estoy sola, Addison esté ahí para no sentirme tan sola aunque no me haga mucho caso. No tengo muchos amigos, en realidad solo Kate y mi maestra de canto. Lo sé, es algo triste.

Llegó junto a mi amiga y en la entrada chocó con Addison.

—Lo siento.— Se disculpa sonriendo y entra al salón. Siento mi corazón parar por un segundo.

Addison me hablo.

Y me sonrió.

Y yo no puedo estar tan feliz.

Cuando me recupero, miro a Kate que me sonríe pícaramente. Yo la mato con la mirada y luego sonrío. Ambas entramos al salón y nos sentamos en la última fila, como siempre.

Tal vez hoy no sea un día tan malo.

notice me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora