☆ Stand by me

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Usando los filamentos de su stand, logro bajar de su ventana a la calle; volteando únicamente para comprobar que sus padres no se dieran cuenta de su fuga

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Usando los filamentos de su stand, logro bajar de su ventana a la calle; volteando únicamente para comprobar que sus padres no se dieran cuenta de su fuga. Emprendiendo así la apresurada marcha para llegar a su colegio. Para su suerte no había casi nadie en las calles por lo que pudo correr más rápido.

No tardó mucho en llegar a la reja de la entrada, que por ser temporada de vacaciones se encontraba cerrada por completo, claro que esto no sería un impedimento; con la respiración todavía agitada reviso cada lado de la calle para ver si había alguien cerca y con ayuda de su stand, ágilmente salto la reja que dividía la escuela y la calle.

Corrió rápidamente por el patio de entrada hasta llegar a las puertas del edificio correspondientes, abrió la puerta del otro lado con Hierophant y logro entrar sin ser descubierto.

El sol ya se había ocultado y adentro de la institución lo único que iluminaba los pasillos era la luz de las lámparas exteriores, pese a la obscuridad sentía un poco más seguro dentro de las instalaciones. Se apresuro a caminar por ese laberinto obscuro que era su colegio, guiado por el resplandecer verde de su stand; fácilmente logro llegar al dichoso salón del ya olvidado club de artes, ese en el que tantas veces compartió almuerzo con Jotaro. Eso le causaba una especie de nostalgia.

Se adentro en el lugar, recorriéndolo para tratar de revivir todos esos recuerdos que consideraba lindos, riendo un poco por algunos que le parecían gracioso. Lo admitía; seguía amando a ese pelinegro gruñón. Lo había querido dejar en el pasado, pero cada vez que volvía a su mente, provocaba un océano de emociones y sensaciones; sin embargo, había decidido dejar ir al moreno, eso era lo mejor.

Si lo pensaba de esta manera, Dio había sido el causante indirecto de su ruptura y eso lo enfadaba. Hasta qué punto llego para lograr desembocar en todo lo que estaba ocurriendo. Para el punto en el que se encontraban los dos adolescentes, no había manera de arreglar lo suyo, lo máximo que podrían llegar los dos era a solo amigos y no más.

El eco de pisadas llamo su atención, volteando a ver a la entrada con la esperanza de ver esos fríos ojos verde; la puerta comenzó a deslizarse.

- Jotaro, me alegro de que vinieras – Se sentía algo entusiasmado por contarle todo -Tengo que darte algo muy importante; siempre tuviste razón para tratar así al profesor Dio, él en verdad estaba tramando algo –

Avanzo directo a la puerta aun cuando su acompañante todavía no entraba al lugar, se sentía emocionado por entregarle aquella prueba que lo salvaría y hablar con él para tratar de resolver de manera apropiada sus diferencias. Quería disculparse de todo corazón. Sin embargo, en ese momento sus emociones lo hicieron hablar antes de tiempo.

Dentro del bolsillo de su sudadera uno de los celulares comenzó a vibrar, al revisarlo se dio cuenta de que no era el suyo, era el del profesor Dio; tenía una llamada entrante de un numero desconocido. No muy lejos de donde estaba, escucho el sonido de un teléfono marcando en espera de que contestara el otro lado de la llamada.

~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora