—Sube primero tu al tobogán, que la última vez me empujaste y acabé con tiritas en las rodillas — decía una niña pequeña al chico rubio que la acompañaba.
—Yo no te vi quejarte cuando las tiritas tenían princesas — le reclamaba el otro pequeño — además te pedí disculpas mil veces, te dije que fue sin querer — dijo cruzando los brazos algo indignado con lo que su amiga le acababa de decir.
—Por cierto mi mamá me dijo que te podía invitar a merendar en mi casa, va ha hornear pastelitos de piña y se que son tus favoritos — decía la niña después de aterrizar del tobogán, se acercó al niño que aún tenía cara de pocos amigos y comenzó a hacerle cosquillas, y ahora fue ella la que se molestó al ver que su amigo no le hacía mucho caso — me puedes decir que te pasa para que podamos seguir jugando.
El niño la miro y bajo la cabeza, si alguien lo conocía mejor que nadie era ella, Della era su mejor y única amiga desde hacía años, y la verdad ellos no tenían tantos, pero desde la primera vez que coincidieron supieron que tenían que ser amigos, y lo eran, a tal grado que con solo mirarse ya sabían que algo no iba bien.
No me pasa nada, en serio — le dijo Oliver mostrando su mejor sonrisa a Della — solo quería molestarte un rato — y soltó una carcajada tan contagiosa que Della tuvo que seguirla.
—Bueno por fin vienes conmigo a casa a merendar o no ?? — preguntó ella emocionada
—No voy a poder, mamá me hizo prometer que la acompañaría a casa de los abuelos.
Della refunfuñó por lo bajo pero sabía que el plan había sido inesperado y que quizás Oliver no podría asistir así que le sonrió.
—Bueno pero prométeme que para la próxima si me acompañaras — le dijo a Oliver a la vez que le agitaba el cabello
—Te prometo que siempre estaré ahí para ti, incluso cuando no me puedas ver yo estaré velando porque seas la mujer más feliz del mundo — en ese instante la madre de Oliver lo llamó desde lo lejos y este le dió un beso a Della en la mejilla y se marchó .
Y Della no entendió por qué eso sonaba a despedida cuando se verían mañana, como todos los días, a la misma hora en el mismo parque, porque eso era lo que ellos hacían, divertirse y disfrutar de la mutua compañía.
—Te quiero Oliver — gritó a todo pulmón al chico que ya estaba demasiado lejos — muchísimo —acabó de decir ya para si misma.
....
Pero al otro día Oliver no llegó,ni al siguiente, ni tampoco al siguiente después de este, y así pasaron los días y Oliver no regresó más a su parque, por más que Della lo esperó, aunque ella seguía creyendo en su promesa, aunque él no me pueda ver velará por mi .
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Dolorosas Memorias
Mystery / ThrillerEl primer amor no se olvida ,eso es un hecho ,pero a los 6 años creo que eso no aplica ,o si ? .Está es la historia de Della y ella no olvida