"¡No quiero ver! ¿Alguien puede taparme los ojos?" – Toy Story 2
SCARLETT
—Me explicas que tengo una hermana, Scarlett. ¡Una hermana! A eso se refería mi madre con que se encargó de que tu no fueras mi hermana. Siempre supo que mi padre la engañaba, —toma aire, pero luce como si realmente no le alcanzara. —...ese monstruo. ¿Qué hizo con ella? ¿Qué...?
—No lo sé, solo nos queda esperar a que el abogado la encuentre. No creo que tengamos otra opción. A menos...
—A menos, ¿qué?
—¿Crees que tu mamá tenga información? —la pregunta hace que separe sus manos de su rostro, las tomo entre las mías y trato de que no vuelva a encerrarse en sus ideas. Su mirada se congela en nuestras manos.
—No lo sé. Igual no me daría la información que necesito, la conoces. Pero podemos intentar por su nombre. Lyra Bravo. El idiota no pudo siquiera reconocerla. Quizá en redes sociales.
—Podemos intentar.
MARCUS
A pesar de lo mucho que busqué, hubo dos resultados muy acertados lo que me dejó esperar hasta hoy. Mi madre me mira como si todo fuera mi culpa desde el otro lado del salón. El abogado De León, con quien hablé por teléfono nos anima a tomar asiento. Miro a mi alrededor. Demasiadas sillas para que solo estemos mi madre, Scarlett y yo.
—Iniciemos. —el hombre con la calva en la coronilla de su cabeza se levanta detrás de su escritorio y se aclara la garganta. —Este es el testamento de quien en vida se llamó...
—Disculpe. Disculpe la tardanza. Mi nombre es Lyra Bravo, ¿es aquí la leída del testamento del señor Tremblay?
Mi corazón se paraliza. La voz que hace girar mi cabeza proviene de una persona pequeña, no puede tener más de veinte años. Tiene el cabello largo su ropa está limpia, no luce pretenciosa o llena de previlegios; puedo ver mi reflejo en ella, se parece a mí.
Casi no escucho lo que el testamento tiene para decir. No puedo dejar de pensar en ella. En Lyra. Todas las cosas que tuve y que ella no. Todas las cosas que quizá le faltaron; no puedo creer que él me robó lo que más quería. No sentirme solo. Tener una hermana.
Así que después de todo quedo con acciones en una empresa que totalmente no me representa. Ni siquiera sé lo que hacen, porque nunca me dejaron estar presente en nada. Mi madre se queda con dinero, más del que necesita, la casa y propiedades tontas. Lyra ahora es la dueña de acciones que no sabía que tenía, tenemos que participar de una junta para decidir al nuevo CEO de la compañía. Algo que con gusto haré, así no tendré que pisar ese lugar otra vez.
Cuando el hombre termina de hablar, me levanto y camino directo a donde está sentada Lyra. Sus ojos están plantados en la pared frente a ella, como si no pudiera creer lo que sucede. Es una locura, lo sé. Mi madre rueda los ojos en nuestra dirección, escucho su taconeo alejarse y perderse.
—Hola. —no sé que más decir, quizá debería preguntarle...—¿Cómo estás?
—Hola, bien. Creo. Tú eres Marcus, ¿cierto?
—Sí, soy yo. Hasta hace poco me enteré que somos hermanos.
—Yo me enteré ayer. —ella se levanta, es extraño mirarla con lo mucho que se parece a mí. O al menos al o que veo en los espejos. —También me enteré que tuve un padre que nunca me quiso, que le pagaba a mi madre para que se quedara callada. ¿Fue así contigo?
—No. Yo sí me quedé en casa con él. Pero pagué siendo su saco de boxeo favorito.
—Creo que no nos ha ido muy bien en el departamento parental. —me sonríe, extiende su mano y la estrecho. Sé que dicen pendejadas como que la sangre llama. Y hasta este momento jamás pensé que fuera real por toda la mierda que me hizo pasar mi papá. Pero con su mano en la mía siento un escalofrío recorrer mi cuerpo. Y sé que ella es parte de mi familia.
—Mucho gusto, me gustaría mucho tener una hermana. No sé si quieras conocerme e intentar compensar tantos años. En realidad, no sé si quieres un hermano o si ya tienes suficientes.
—Tengo una hermana mayor, Venus. Y mi hermano menor, Orion. —me duele un poco el pecho, quizá no quiera a nadie más en su vida. —Pero sí, me gustaría mucho tener un hermano mayor.
—¿Cuántos años tienes?
—Veintiuno.
O sea que perdí veintiún años con mi hermana. Suspiro y le sonrío.
—Entonces tenemos mucho de qué hablar. Y debemos ponernos al día rápido, al menos antes de que nazca tu sobrino o sobrina. Ah, por si no sabías voy a ser papá. Esa mujer allá sentada, es Scarlett. Tenemos una larga historia.
—¿Qué tal si me invitas una hamburguesa, me la presentas y me cuentas todo? ¿Ya saben si es niña o niño?
Se me escapa una risa, siento como si mi pecho brillara, mis mejillas se sienten calientes y... estoy feliz.
—No, Scar quiere que sea sorpresa. Vamos, ¿de dónde quieres esa hamburguesa?
Caminamos juntos un rato hasta encontrarnos con Scar, ella nos sonríe. Creo que debo estar agradecido por este momento. Todas las mierdas malas que hizo mi padre, me encaminaron a encontrar a Scarlett. Y ahora a Lyra. Me gusta la idea de que al menos el bebé tendrá familia de mi parte.
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Hola,
¿Cómo están? ¿Qué tal la semana?
Aquí les dejo el capítulo de hoy. ¿Qué opinan de lo poquito que pudieron leer de Lyra?
Ya estamos llegando al final. ¿Qué creen que pasará?
Nos leemos,xoxo
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Lejanas Conveniencias
Storie d'amoreScarlett cree en los planes, la organización, Chayanne y todo lo que le cuente historias. Y no, no exactamente en ese orden. Estar enamorada de Marcus es una sorpresa. Ya creía haber superado todas las palabras sin sentido que se dijeron hace a...