14. Meeting

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Wei Wuxian era emocional por naturaleza, así que por poco gritó a los cuatro vientos cuando la pequeña Guxiang corrió a los brazos de Cheng. ¿Cómo y cuándo llegó ese omega a la fiesta de cumpleaños? A Wei Wuxian no le importaba, lo único que el pelinegro sabía era que allí, delante de sus ojos, estaba la respuesta a muchos de los problemas que la familia Lan había tenido que enfrentar en los últimos años. Él vio personalmente lo mucho que Lan Wangji había sufrido a causa de su hermano y todas las responsabilidades que había tenido que cumplir para mantener en pie la empresa familiar y a la misma familia.

— ¡LAN WA...! — su grito fue callado por el mismo Cheng, quien tuvo que dejar a su pequeña por un momento para evitar que Wei Wuxian los exhibiera.

— No lo hagas...hablemos en privado — pidió Cheng mientras Madam Yu se acercaba para volver a tomar a la niña en sus brazos.

Wei Wuxian asintió lentamente.

— Liu Xiao la llevará a casa — le dijo Jiang Cheng a su madre.

No a mucha distancia de allí, una mujer salió de un coche con vidrios oscuros, era de figura menuda, pero se veía bastante intimidante. Wei Wuxian la reconoció inmediatamente. Ella era la mujer que solía ser la mano derecha de Lan Xichen. En algún momento su relación laboral había terminado, pero ahora ella estaba bajo las órdenes de Jiang Cheng.

— A-Xiang, la abuela y A-Ling nos visitaran luego. Ve a casa con Liu Xiao y espérame para que te lea el cuento que compramos ayer, ¿quieres? — dijo el amoroso padre, inclinado cerca del rostro de la pequeña.

Guxiang no era tonta, así que tomó esa oportunidad para evitar el castigo. Después de todo, se había ido de colada en el coche de la abuela solo para seguir jugando con su primo Jin Ling.

Una vez que la niña se fue, Madam Yu volvió a la fiesta a buscar a Jin Ling, persuadida por Jiang Cheng, quien cumplió su palabra y fue a hablar con Wei Wuxian a solas. Los omegas entraron a la casa y se encerraron en el estudio de Lan Wangji para que nadie pudiera interrumpirlos.

— ¿Jiang Cheng? — preguntó Wei Wuxian una vez que ambos estuvieron a solas — ¿ahora somos hermanos?

Jiang Cheng apretó los labios — Es una larga historia.

— ¡No me digas! Tal vez eso se debe a que estuviste desaparecido...mmm... — contó con los dedos solo para magnificar el drama — ¡CINCO AÑOS! ¿Tienes idea de todo lo que sucedió con Lan Xi...

Jiang Cheng suspiró — Lo sé — interrumpió a Wei Wuxian — Es por eso que volví.

— ¡¿No crees que se te ha hecho un poco tarde?! — a Wei Wuxian no le importaba subir su tono de voz — Quiero que me digas por qué fuiste tan egoísta.

Jiang Cheng no se sintió ofendido por las palabras de Wei Wuxian. Él sabía que se merecía todo eso y no pretendía contradecirlo.

— Wei Wuxian, creo que al único que le debo dar alguna explicación es a Lan Xichen — afirmó tranquilamente.

Wei Wuxian sintió cómo empezaba a latir una vena en su frente — ¡Tú...!

— Entonces más te vale que se la des — dijo repentinamente Lan Wangji mientras entraba a la habitación.

— ¡Lan Zhan! — incluso Wei Wuxian estaba algo sorprendido por la interrupción.

Lan Wangji usualmente era indiferente, rara vez cambiaba su fría expresión y sus sonrisas eran solo dedicadas a su omega y a su hijo, pero en esta ocasión su rostro mostraba un enojo amenazador. Jiang Cheng notó que en algo se parecían los dos jades, ambos enarcaban las cejas y apretaban los labios cuando estaban molestos.

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