El viaje para llegar a las montañas tardaría alrededor de la mitad de un día. La Simbiosis Madre de Zoran se había transformado en una especie de nave flotante y estaba esperándoles fuera de su balcón.
Zoran ayudó a subir a Abby dentro de la nave de oro, luego subió a su lado después de tirar sus bolsas detrás de los asientos.
Abby le preguntó por qué no podían simplemente cambiar a sus formas de dragón y volar por sí mismos. Zoran gruñó que todos los varones capaces de cambiar los habrían seguido.
No tuvo que detallarle sus temores, la mirada oscura en su cara contaba más sobre la historia de lo que pasaría si lograban pillarles.
Fueron hacia el sur, pero después de un corto período de tiempo Zoran viró hacia el oeste y luego hacia el norte, aumentando la velocidad. Quería asegurarse de que no serían seguidos.
--"¿A dónde vamos?"-- preguntó Abby mientras miraba con fascinación el paisaje por el que volaban.
--"A nuestro refugio familiar en las montañas. Madre vive ahí ahora. Nadie sabe dónde está, excepto por nuestra familia más inmediata."-- respondió Zoran girando con una pequeña sonrisa. --"Sabes una cosa, mi Simbiosis sabe a dónde vamos, mis manos están libres y tú hueles deliciosa. Ven, Elila, siéntate en mi regazo."--
Abby sacudió la cabeza. --"De ninguna manera. Es posible que a ti no te importe, pero a mí sí. ¡No hay manera de que vaya a hacer el amor contigo en esta Simbiosis!"--
--"¿Por qué no?"-- preguntó Zoran con incredulidad.
--"Zoran, está viva."-- susurró Abby.
Zoran se inclinó hacia delante y sonrió maliciosamente. --"Lo sé."-- susurró de vuelta.
Abby dejó escapar un pequeño jadeo cuando de repente aparecieron correas de oro alrededor de sus muñecas y tobillos. Su asiento se movió convirtiéndose en una especie de cama reclinable.
Cuando Zoran se movió entre sus piernas, las correas que la sostenían por sus tobillos se movieron más separadas dando a Zoran más espacio y obligando a las piernas de Abby a separarse más.
--"¡Zoran!"-- Abby quedó sin aliento cuando sintió las manos de Zoran alcanzar bajo el cambio de seda que llevaba puesto para agarrar las bragas que la costurera creó para ella.
Con un gruñido, Zoran rasgó fuera la tela de sus bragas. Luego lanzó el material destruido a un lado mientras agarraba la parte superior de su camisa con ambas manos y la rasgaba por la mitad.
--"No deberías usar ropa, especialmente los complementos por debajo de ellas. Se tarda demasiado tiempo en llegar a ti."--
Abby se arqueó cuando las correas que sostenían sus muñecas se movieron hacia arriba, obligándola a estirarse completamente delante de él.
Zoran se levantó, pero solo lo suficiente como para tirar de su camisa por la cabeza y liberar el ceñidor que sostenía sus pantalones.
Empujando los pantalones abajo para liberar su pene, se levantó sobre Abby frotándose contra su húmedo clítoris.
Con un gemido, empujó la hinchada cabeza púrpura de su pene en la dulce vagina de Abby viendo como desaparecía dentro de ella. Todo el cuerpo de Zoran se sacudió mientras se esforzaba por mantener cierto control sobre su deseo.
Quería tomar a Abby fuerte y rápido pero, incluso más que su propio placer egoísta, también quería disfrutar de ella.
Su mirada se desplazó hasta la cara de Abby viendo como ella se sonrojaba y empujaba las restricciones en sus tobillos tratando de abrirlas aún más para él.
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Fuego en el interior
Любовные романыUna mujer dulce y amorosa, en una batalla por el lugar al pertenece por el hombre al que ama. Una decisión que le cambiará su vida y la de otros, desencadenado una aventura sin igual.