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Capítulo tres | She is mine

Estos últimos días he entablado una buena relación con Addison. Más bien, hemos. Kate y Addison se han vuelto algo así como las mejores amigas, y no es queme excluyan, pero, honestamente, a veces me siento un poco celosa.

Ahora caminamos las tres directo hacia nuestra siguiente clase, que es la única que las tres compartimos: historia. Disfruto mucho esa clase especialmente porque la comparto con mis dos chicas favoritas en el mundo. Bueno a demás de mi hermanita.

Seguimos caminando y no puedo evitar sentir celos al er a Kate y a Addison tan animadas, riendo de cualquier cosa y yo solo caminando al lado de ellas como tonta. Se que no debería sentirme mal es decir, Kate es mi mejor amiga así que no tengo que desconfiar de ella.

Llegamos al salón y nos sentamos en nuestros asientos. Antes de sentarme al lado de Kate como usualmente hago, Addison me toca el hombro para llamar mi atención, me volteo a ella y le sonrío.

—¿Me podría sentar hoy con Kate? Se que ustedes siempre se sientan juntas, pero solo será por hoy, lo prometo.— Me sonríe dulcemente. Yo asiento sin más y me voy al asiento de atrás.

Es hasta que me siento que me doy cuenta de lo que acabo de hacer. ¿De verdad acabo de dejar que Addison se siente con Kate? ¿Por que hice eso? Addison me atonta demasiado. No le doy importancia a lo ocurrido y saco mi libreta y mi pluma, pues la clase está por comenzar.

Toda la clase Addison y Kate sueltan risillas y se susurran cosas al oído. Kate nunca me quitaría a Addison, ¿Verdad? Digo, porque ella es mi mejor amiga y las mejores amigas nunca hacen eso. Además no creo que Kate vaya por ese lado, pero aún así me asusta que Addison le preste más atención a mi amiga que a mí. Es triste.

Cuando la campana suena, todos rápidamente recogen sus cosas para salir del salón. Las chicas que estaban sentadas frente a mí siguen hablando mientras recogen sus cosas. Cuando terminan, salen del salón...olvidándose de mí.

No puedo evitar sentirme mal por eso. Mi mejor amiga se acaba de ir con el amor de mi vida. ¿Que clase de amiga es?

La amiga que siempre te ha apoyado nunca te robaría a tu chica, me recrimina una voz en mi cabeza. Suspiro frustrada, esa voz tiene razón. Kate siempre ha estado ahí para mí y yo no puedo enojarme simplemente porque consiguió otra amiga.

Salgo del salón con mis cosas en mano y me dirijo a mi taquilla. Volteo y veo a mi mejor amiga y a mi nueva amiga juntas. Llego a mi taquilla, la abro y meto las cosas que no necesito, para sacar lo de mi siguiente clase.

—¡Hey, Dixie!— Escucho que me llaman. Volteo y son las chicas que vienen caminando hacia mí con sonrisas en sus caras y sus brazos entrelazados. Creo que mi corazón se rompió un poquito.

—¿Si?— Respondo a Kate quien fue la que me llamó.

—Adds aquí y yo estábamos pensando en ir a tomar un helado saliendo de la escuela ¿Quieres ir?— No, gracias. No quiero hacer mal tercio ya que ahora son mejores amigas. Me recrimino mentalmente por mis pensamientos y ruedo los ojos sin que me vean.
Esperen...¿Adds?

Frunzo el ceño —¿Adds?

Ellas ríen.— Así le dice su papá a Addison.— Habla Kate. Así que ahora ya saben todo sobre la vida de la otra, ¿Eh?

—Oh...bueno, sí, sí me gustaría ir.— Sonrío falsamente. Claro que quiero ir pero tendré las ganas de matar a mi amiga todo el tiempo por pasar tanto tiempo con mí Addison. Ella es mía.

—Bien, entonces nos vemos después de clases. Yo las llevo.— Dice Addison mientras se separa de Kate y se va por el pasillo agitando su mano en adiós, yo le devuelvo el saludo sonriendo como estúpida. Cuando la pierdo de vista, me volteo a Kate y le disparo dagas con los ojos.

—¿Qué?—Pregunta ella como si no hubiera hecho nada malo.

La sigo mirando mal y luego, ignorando su pregunta, me volteo para cerrar mi taquilla y caminar hacía mi siguiente y última clase.

—Ay, Dix. Y, ahora ¿Qué?—Pregunta mientras me alcanza caminado a mi lado. Sin mirarla, acelero mi paso para dejarla atrás pero ella me alcanza nuevamente y me toma del brazo.

—Ya, Dixie, en serio.¿Que rayos?— Me dice mientras me voltea hacia ella. Se ve frustrada.

—¿Te atreves a preguntarlo?—Le medio grito molesta. Me suelto de su agarre y sigo mi camino.

Ella me sigue —Sí, me atrevo a preguntarlo porque no sé qué rayos te pasa.

—Pues que...¡Arrrgg!—Gruño poniendo mis manos en mi cabeza. Esto es frustrante, ella realmente no sabe lo que hizo. Pero claro que no lo sabe porque ella no hizo nada malo. Esa voz de nuevo. ¡Si me ignoró completamente por días y me robaba la atención de mi crush! Esta bien, creo que soy algo exagerada pero así fue como yo lo sentí.—En el salón te digo, vamos.—Finalmente la tomo del brazo y la arrastro hasta el salón.

Llegamos y nos siento en ambas en las últimas bancas. Una vez que nos acordamos, la miro y hablo.

—Estos últimos días prácticamente me has estado ignorando para estar con Addison.—Digo seria. Ella se queda seria por unos segundos pero luego estalla en risas —¿¡Que es tan gracioso!?—Exploto dándole un manotazo en el brazo. Por suerte no hay nadie en el salón todavía o me tomarían de loca. Ella suelta un "auch" y se soba levemente el brazo aún riendo.

—¿En serio estas enojada por eso?— Pregunta con una sonrisa divertida. Asiento obvia rodando mis ojos y cruzándome de brazos. Se está burlando de mí. Niega con la cabeza y suelta otra risa.

—¿Qué?— Preguntó, ya harta de su comportamiento. Ella vuelve a negar con la cabeza y se acomoda en su asiento.

—Me lo agradecerás después.— Dice finalmente y abre su libreta para anotar algo allí. Frunzo el ceño. ¿De que rayos está hablando?

—¿De qué...?

Es ese momento suena la campana, Kate ríe otra vez. Yo me enojo una vez más, todos los estudiantes entran al salón, seguidos de la maestra.

—Buenas tardes, clase.— Dice la señorita Banks. Creo que de todas, ella es mi maestra favorita. Es joven, de unos 25, tal vez, pequeña, delgada, cabello rizado negro y tiene una voz aguda chistosa. Todos respondemos al unísono y nos indica lo que debemos hacer.

Toda la clase sigo pensando: ¿A qué se refería Kate?