Armonía de dos trolls ☆Oneshots☆

T2 Confesar tus sentimientos

Confesar tus sentimientos a alguien puede ser unas de las cosas más aterradoras de la vida de todo enamorado, el exponer tu corazón y alma en palabras a la persona que te gusta puede ser difícil y problemática, y aun así puede llevarte a momentos inolvidables y especiales con aquel que te gusta y amas. A veces en la vida hay que arriesgarse e ir por todo sobre todo si es por logar estar con aquel que te gusta y hace feliz, porque el que se arriesga puede ganar mucho porque estuvo dispuesto en luchar por lo que quiso. De eso se trataba el día de hoy con Ramón un joven troll de piel gris que lo había perdido todo desde pequeño y quien siempre estaba solo y triste en su maltratado corazón, pero él aun así encontró aquel hermoso sentimiento de amor y alegría gracias a cierta troll repleta de optimismo y amabilidad aun en los peores momentos, ella era una princesa, una chica de piel rosa que con su sola sonrisa lograba hacer que aquel troll triste y solitario se sintiera agradecido de poder verla aunque sea por poco tiempo, durante el día de corazones y abrazos él quiso intentar decirle a aquella hermosa chica lo que sentía por ella, recogió las flores favoritas de ella y preparo un pequeño recorte especial como a ella le gustaba.

Ramón estaba nervioso, esta era la primera vez que él le confesaba sus sentimientos a alguien, no sabía si ella sentiría lo mismo por él, pero quería intentarlo, tal vez no cantaba o bailaba como el resto, pero la protegería de todo lo que le pudiera hacer daño, Ramón solo quería ser feliz junto a la chica tan especial que lograba estar en su cabeza por mucho tiempo. 

-Tal vez es una mala idea- Oh no parece que se acobardo. -De seguro ella debe tener a muchos chicos cantándole canciones muy detallista sobre sus hermosos ojos y melódica voz y yo solo tengo estas cosas- mira las flores y la tarjeta. -Tal vez yo no tenga ni una sola oportunidad con ella-

Ramón no sabía si abandonar o seguir con su plan para confesarse a la chica que tanto apreciaba, de verdad sería bueno que Poppy, la troll más dulce, colorida y brillante este con el troll más gris, amargado y solitario de todos. 

-¡No!- él da un pisotón -Tengo que hacerlo, ya no puedo seguir soportando guardar lo que siento por ella, quiero que ella sepa que mi corazón late por ella y que quiero hacerla la chica más feliz de todas- 

El troll vuelve a recuperar su valor y acelera su paso para aprovecharlo antes de que otra duda fuerte le impidiera seguir adelante con su deseo de decirle a Poppy que la amaba. Al llegar lo primero que hace es buscar con la mirada a la princesa de la villa y decirle todo lo que él sentía por su princesa. 

-¡Hey preciosa deberíamos ir al colina y cantar una canción romántica solo tu y yo!- Arroyín toma de la mano de Poppy y la hizo girar un par de vuelta haciendo que ella riera un poco de la alegría.

-Para Arroyín solo somos amigos entiéndelo- dijo alegre ella. 

Cualquiera que viera la escena podría pensar que Poppy y Arroyín tenían una muy buena química por como se complementaban el uno al otro, aunque ella dijera que solo eran amigos, Ramón creía que ella en realidad quería lo contrario solo que tal vez quería hacerse la difícil. No estaba seguro si él podría competir con alguien tan cercano y unido a Poppy como el mejor amigo de ella. 

-¿Ese no es Ramón? ¿Trae flores? ¿A Ramón le gusta alguien?- Ramón se da cuenta de que muchos trolls lo estaban observando y murmurando sobre él y sus regalos.

-¿Ramón?- Poppy al observar al chico de piel gris un brillo único se hace presente en su mirar, era como si verlo hacía que ella sintiera un gran arcoíris en su pecho.

-Vaya parece que hasta este rarito le gusta alguien- dijo Arroyín observando lo patético que se veía Ramón.

-No le digas rarito a Ramón- Poppy le da un codazo en un costado de Arroyín. -Veo que tienes preparado regalos para una afortunada jeje-