El Heredero De Drácula

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 48

La noche había caído ya en la escuela, ya me encuentro en la zona del lago escarlata y las palabras qué me dijo Bastián está tarde están rondando mí cabeza.

Sabía exactamente lo qué tenía qué hacer.

—Veo qué sí llegaste, Lucifer — La reina malvada aparece de entre una nube negra —.Me alegra mucho verte, espero qué me tengas ya la respuesta qué quiero.

—No me dejaste otra opción, tenía qué venir — Le digo tranquilamente.

—Sí, creo qué tienes razón, ahora dime querido, ¿Cuál es tú desición?, ¿Me vas a ayudar a dominar está nueva magia?

—No.

—¿Perdón?, ¿Dijiste qué no? — Ella me mirá molesta.

—Sí, eso, no te voy a ayudar a controlar la magia de esté mundo, así qué busca a otro maestro de magia, Ingrid.

—¿En serio quieres qué lastime a Bastián? — Ella cruza sus dos brazos —.Sé cuánto te importa ese mocoso, conozco muy pero muy bien su historia juntos.

—¿De cuál historia estás hablando reina malvada? — Cuestione —.Yo apenas lo conozco.

—No...— Ella niega con la cabeza —.Ambos sabemos muy bien qué eso no es verdad, sé muy bien qué su historia comenzó mucho antes de tú regreso a esté mundo.

—No sé de qué estás hablando, Ingrid.

—¿En serio no lo sabes?, muy bien entonces vamos a refrescar esa mente de diablito tuya, Lucifer — Se acerca a un tronco caído y toma asiento sobre el —.Vamos a remontar está historia a cuándo el pequeño Bastián era un pobre de niño de 3 años, él y sus verdaderos padres corrían desesperadamente por los bosques de Canadá escapando de algo, más bien de alguien, su madre desesperadamente escondió a Bastián entre los matorrales mientras qué ella y su su padre distraían a las personas qué los estaban siguiendo, pobres, quién diría qué esa sería la última vez qué verían a su pequeño, ¿No es verdaderamente triste Lucifer? — Me dice esto último con tono de burla —¿Los recuerdos están llegando a tú mente?, ¿O quieres más lecciones de historia?

No le dije nada, no valía la pena.

—Entonces cuándo el pobre niño quedó a salvo de los asesinos de sus padres, él comenzó a caminar solito por el frío bosque, tenía mucho miedo y sus llantos retumbaban por todo el oscuro bosque, entonces fue cuándo un temible y gigantesco oso lo quiso atacar pero milagrosamente una proyección astral lo salvo de su muerte, una proyección astral qué tú conoces muy bien, la tuya Lucifer ¿Recuerdas?, en ese entonces no podías salir del infierno por las cadenas, solamente podías usar la proyección astral y era lo qué te divertía — Dijo ella dando una sonrisa —.Bastián te podía ver por alguna extraña razón, el pobre y asustadizo niño vio en ti bondad y luz algo qué en siglos nunca alguien había visto en ti, recuerdalo Lucifer, lo miraste a los ojos y te diste cuenta de quién era realmente Bastián Drácula.

—¿Y quién es según tú?

—Tú alma gemela, Bastián y tú son almas gemelas, es por eso qué te importa, tú mismo hiciste qué la casa hogar espada del dragón lo encontrará esa noche, fue por ti qué Bastián acabo en el camino qué está ahora, solo qué no lo recuerda, pero tú sí, es por eso qué me vas a ayudar en lo qué quiero, querido Lucifer — Se pone de pié, camina hacia mí, se coloca delante mío y me toma de la mejilla derecha —.Qué me vas a ayudar o le arrancó el corazón al amor de tú vida.

—Házlo, y te juro qué te mataré lenta y dolorosamente, Ingrid.

—Soy más poderosa qué tú, Lucifer y lo sabes perfectamente bien, y lo seré aún más.

—No te tengo miedo, reina malvada — Le dije y quitó su mano de mí mejilla —.Has lo qué quieras, pero a Bastián lo voy a proteger sin importar qué.

—¿En serio esa es tú desición final, Lucifer?

—Sí.

—Ok, no hay problema entonces, espero qué estés conciente de las consecuencias de esa desición, Satanás — Me da la espalda y comienza a caminar hacia el bosque —.Encontraré a alguien más qué me pueda enseñar a dominar la magia de esté mundo.

Se adentra en el bosque y desaparece de mí vista.

Odio qué entre en mí mente...

Extendí mis alas y me dirigí hacía el edificio en dónde se encontraba Bastián. Al llegar a aquel lugar entre a la construcción, subí los escalones y me dirigí hacía el dormitorio en dónde se estaba quedando él.

Me acerque a la puerta y toqué. La puerta se abrió y me tope de frente con el nieto de Drácula.

—¿Lucifer?, ¿Qué haces aquí?

—Vengo de ver a Ingrid.

—¿Qué?, ¿Ya la viste? — Asentí —.Entra no hay qué hablar de esto aquí.

Volví a sentir y entre al dormitorio.

—José no está, se encuentra en la biblioteca ayudando a Cordelia y a Metatrón a encontrar un poderoso hechizo para encerrar a la reina malvada, así qué podemos hablar tranquilamente — Cierra la puerta y me mira —.¿Qué te le dijiste? — Me pregunta él.

—No la voy a ayudar a dominar la magia.

—¿De verdad?

—Sí, de verdad.

—Apuesto qué no fue muy agradable para ella.

—Tienes la razón, no le gusto para nada mí respuesta, así qué va a intentar algo en venganza hacia mí.

—No la vamos a dejar hacer nada, no te tienes qué preocupar, Lucifer, pero te dijo algo más, te noto algo serio.

—Me molesto, simplemente es eso — Respondí dándole una pequeña sonrisa —.Estoy bien, se me pasara pronto.

—¿Seguro?

—Sí, no te preocupes Drácula, me tengo qué ir, yo solo quería qué supieras lo qué le dije a Ingrid.

—Tomaste la desición correcta.

—Gracias a ti, Drácula — Caminó hacia la puerta, la abro y después miré al vampiro —.Oye...

—¿Sí?

—Ten cuidado cuándo estés solo, por favor.

—No te preocupes por mí, Lucifer puedo cuidarme solo perfectamente.

—Soy tú amigo, Bastián mí deber cómo amigo es preocuparme por ti — Le dije.

Él dio una sonrisa y después asintió sin decirme nada.

—Descansa, Drácula.

—Tú también, diablo.

Salgo de la habitación y cierro la puerta detrás de mí.

—Ella no te va a lastimar...— Dije mentalmente —.Antes saco a todos los demonios del infierno y lo mato — Camine hacia las escaleras del edificio.