HELLBORN: El regreso del fuego [En curso]

Capítulo 18: La rubia no aprende

AMBER

Mi cabeza siendo sacudida por culpa de la gravedad me despertó de golpe, y agradecí que me encontraba en una de las últimas filas de la clase cuando reconocí que me había quedado dormida durante historia del arte.

–Mierda. –susurré hacia mis adentros cuando reconocí la hora.

La lección estaba a punto de terminar y en mis notas solo tenía anotado el tema del que hablaba el profesor.

No pasaron muchos minutos hasta que el timbre sonó, y esperé a que la mayoría de los alumnos se largasen para comenzar mi camino hacia mi clase de diseño donde, en este último semestre, trabajamos especialmente para el desfile final.

Cuando entré en la clase de arte, analicé la sala en busca de un lugar libre, y no tardé mucho en reconocer el cabello azul de Freddy.

Un tanto sorprendida, caminé hacia su mesa para encontrarme con Maxinne ahora hablándole con alegría.

–¡Amber! ¡Hola! –me saludó ella con emoción.

–¿Qué hacen ustedes dos aquí? –les pregunté confundida con una sonrisa, mientras tomaba asiento al lado de ella en una de las banquetas libres.

Tanto la pelirroja como Freddy tenían esta materia con otro profesor, en la clase de al lado.

–Hemos pedido un cambio de clase. –me informó Freddy mientras observaba hacia adelante, siguiendo a mi profesor con un fino traje italiano con un estampado de relieve apagado.

Claramente, Freddy se sentia atraído por Mr. Cullen, y luego de esbozar una sonrisa por mi descubrimiento, comencé a picarlo al respecto.

–¿Qué dirá Luca cuando sepa que te cambiaste de clase para babear por un profesor? –jugué.

–Oh, ya lo sabe. –me dio a saber con tranquilidad mientras abría su carpeta de diseños–. Me ha incentivado, incluso, él está esperando al año que viene para tenerlo.

Luca estaba un año debajo del nuestro, y no lo veía tanto como aquellos dos, pero a veces me lo cruzaba por los pasillos a intercambiabamos un par de oraciones.

Negué con la cabeza ante su relación, para luego enfocar mi atención en Max.

–¿Y tú? –le pregunté en un susurro, ahora intentando hablar por debajo de la voz del profesor.

–Digamos que no tenía la mejor relación con la profesora. –me comentó para luego sonreír con nerviosismo.

–¿Por? –me interesé.

Aunque la conocía hace unas pocas semanas, ya tenía una clara imagen de lo que aquella pelirroja temperamental era capaz de hacer.

–Me ha criticado mis modelos y yo..., le critique su atuendo. –habló.

–Más que una crítica ha sido un destroze –agregó Fred–. !¡Deberías haber visto el rostro de la mujer cuando Max comenzó a hippotetizar sobre su vida sexual! –se emocionó él, hablando un tanto más alto.

No pude evitar largar una risotada, la que intenté frenar colocando ambas ambas manos en mi boca. Pero cuando volví mi mirada hacia el frente y me encontré con Mr. Cullen observándonos, hice un esfuerzo por ocultarla y pretendí abrir mi cuaderno con los modelos con seriedad.

Luego de escuchar cómo el profesor nos daba la consigna del día para la inspiración de nuestros desfiles, los alumnos comenzaron a dibujar, incluyendo a Freddy y Maxinne.

Pero, para mí, los minutos pasaron y mis modelos seguían desnudas. Tenía mi idea, pero, por alguna razón no lograba ponerla en marcha, nada expresaba lo que realmente quería contar con mis atuendos.