2. 20/01/2017

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Emma

Es el día, al fin volveré al colegio, quiero saber si tendré amigos nuevos y en que salón me tocó, creo que en tercero A, espero que no, me tocaría con Chelsey como mi directora de curso, ¡profesora de matemáticas y directora de curso!, no gracias, paso, espero que no hayan personas repitiendo, me duele mucho cuando alguien pasara por momentos tan difíciles, mi mamá dice que eso no debería importarme, pero ¿Cómo no me va a importar la vida de los demás? yo solo quiero ayudar.

Estaba caminando hacia los salones de tercero para ver las listas y me doy cuenta que para mi desgracia, sí me tocó en tercero A, yu pi, bueno, creo que miraré de mis amigos con quien me tocó y para más desgracia me doy cuenta que no conozco a nadie, o por lo menos no me hablo con nadie, después de todo, tengo solo ocho años, que vida social se supone que voy a tener. Entré y cogí mi típico asiento de todos los años, al frente del escritorio de los profesores, se que es raro, pero es en el único puesto que logro dar una buena imagen.

Me quedé dormida con mi cabeza sobre mi escritorio y no escuché nada más hasta que el timbre sonó, espero que mi profesora no sea tan malhumorada como mis primos me han dicho, espero que no sea un ogro, Chelsey, Chelsey, una profesora más de la que dentro de uno o dos años ya ni sabré el nombre, pero bueno. La profesora comenzó a presentarse y nos dijo que diéramos una breve presentación de cada uno, comenzó un niño que se llama Jake, tiene ocho años y es nuevo, parecía... ¿Simpático? no lo sé, continuamos y le tocó a un niño muy alto, se llama Dylan, tiene nueve, este año cumple diez, es muy grande para estar en tercero, pero eso lo podemos explicar diciendo que está repitiendo tercero, al parecer tiene un coeficiente intelectual bajo, meh, seguramente me pedirán que le explique los temas ya que los entiendo fácilmente y los profes tienen demasiada buena imagen con respecto a mi. Todos seguían presentándose hasta que llegó mi turno.

—Hola, soy Emmeline, pero me dicen Emma, tengo ocho años, me gusta patinar y soy muy tímida, espero que podamos ser amigos— Dije con seguridad.

—Gracias Emma, te puedes sentar— Dijo la maestra.

Eso fue muy horrible, todas las miradas de todos sobre mi, por poco y me da un paro cardiaco, que bueno que no sufro de nada, ya tendría que tener un inhalador para organizar la respiración que tengo es este momento y para colmo, el niño ese, Dylan, no me ha parado de mirar, es más grande que yo y eso me asusta, me mira como si yo fuera un juguete, que se supone que quiere.

La profe inició con la dirección de curso de principio de año, explicando los horarios, las clases que tenemos, con qué uniforme debemos venir y nos entregó las agendas del año, este será un año largo, espero que no sea tan aburrido como la mayoría.

——

Las dos primeras horas de clase acabaron y me iba a ir al descanso a buscar a mis amigas cuando alguien se paró enfrente de mí, alguien grande y alto, miré hacia arriba y pude apreciar su rostro con una sonrisa de oreja a oreja, ¿Acaso está loco?

—Hola— Dijo Dylan con un tono amable.

—Hola— Le respondí de la misma forma.

—Oye, Emma, seamos amigos, dijiste que esperabas que fuéramos amigos, entonces ¿Por qué no serlo?—

—Le hablaba a todos, no solo a ti y sí, ¿Por qué no?—

—Genial, ¿Cuál es tu color favorito—

—El negro, ¿Y el tuyo?—

—También, me parece sombrío y eso es todo lo que necesito para que me guste, ¿Quieres venir a jugar basquetbol conmigo y mis amigos?— Preguntó con ilusión.

—La verdad prefiero el voleibol—

—A, qué pena, bueno, nos vemos en clase de mate, chau—

—Chao— Le respondí entre risas, jamás había conocido a alguien con tanta confianza y alegría, creo que me cae bien.

Me fui del salón y busque en la cancha de volei a Jackie, mi mejor amiga, la niña que ha estado ahí para mi desde que tengo memoria, hemos estado en depresión, en alegría, con ira, enfermas, pero todo siempre ha sido juntas, la adoro, ella hace gran parte en mi vida.

Al encontrarla le conté todo lo que pasó en vacaciones y en el inicio de clases hoy, le conté lo que había pasado con Dylan y ella no pasó de reírse a carcajadas, esa estúpida siempre se burla de mí, pero así la quiero, que bipolar; ella y yo somos como el día y la noche, en lo único que somos iguales es en nuestro color favorito y en que ambas sacamos buenas notas en el colegio, pero de resto, totalmente diferentes, esa niña no puede ser más diferente a mi por que no hay como.

Jackie es una persona dulce, extrovertida y social, demasiado para mi gusto, ella es alguien en quien tu puedes confiar sin tener miedo a que le cuente tu vida privada a todo el colegio, ella es simplemente una persona maravillosa y única, la quiero mucho y espero que nuestras amistad perdure por siempre, no quiero perder algo tan bonito como lo que tenemos, cualquier persona diría que somos algo más que amigas, pero no, ella es solo mi amiga, bueno no solo eso, ella es mi hermana, me conoce más que mi propia madre y me apoya más que mi propio padre, es simplemente la persona que necesitaba en mi vida para poder ser yo.

Él y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora