WINDOW SHOPPING [WANGXIAN-ESPAÑOL]

17- Hands On (PARTE 4)

-¿Entonces tu novio de la ventana se quedó a pasar la noche?- Jiang Cheng preguntó el momento exacto en que Wei Wuxian fue maldecido con un bocado de refresco.

A-Yuan chilló de risa mientras la soda se derramaba sobre la mesa y bajaba por la barbilla de Wei Wuxian. Es mejor que Jiang Cheng se haya alegrado de no estar frente a él.

-¿Cómo supiste sobre eso?- Exigió mientras se limpiaba el lío que tenía en la cara.

Wei Wuxian ni siquiera se le había escapado a su hermana que Lan Wangji había venido a pesar de que le contaba todo. La única persona a la que le dijo fue a Wen Qing, pero eso fue un accidente.

-A-Yuan.

Por supuesto que fue A-Yuan. A-Yuan siempre estaba contando los secretos de Wei Wuxian. Sabía que no lo estaba haciendo a propósito, pero a veces se sentía así. Aunque, tal vez lo hacía a propósito. Wei Wuxian tenía tanta influencia sobre él que podría haber provocado demasiadas travesuras. Su madre adoptiva probablemente le diría que estaba cosechando lo que sembró, pero a Wei Wuxian no le importaba mucho.

-Le dije que dejara de hacer eso,- dijo antes de volverse hacia A-Yuan. -A-Yuan, no puedes simplemente tomar mi teléfono y llamar a la gente.

El puchero de A-Yuan habría sido muy efectivo si Wei Wuxian no hubiera estado expuesto a él con tanta frecuencia.

-¿Por qué no?

-Porque podrías molestarlos,- dijo mientras se levantaba para buscar un trapo para limpiar su desorden.

Luego, debido a que era tortuoso y sabía exactamente lo que estaba haciendo, A-Yuan convirtió su puchero en ojos tristes y llorosos, volviéndose hacia Jiang Cheng porque Wei Wuxian también era inmune a ellos.

-¿Te molesto?- Preguntó, agregando un resoplido para darle efecto.

Tomando asiento nuevamente, Wei Wuxian simplemente puso los ojos en blanco y tomó otro trago cuando Jiang Cheng entró en pánico y tomó a A-Yuan en sus brazos.

-Por supuesto que no, A-Yuan,- lo tranquilizó. -Nunca me molestarías.

Desde donde estaba metida la cabeza debajo de la barbilla de Jiang Cheng, A-Yuan le sacó la lengua a Wei Wuxian. Él podría haberse ofendido de que su hijo pareciera haber perdido todo respeto por él, pero estaba demasiado impresionado de haber sido capaz de lograrlo con solo tres palabras y su linda carita. También fue muy divertido ver a Jiang Cheng manipulado emocionalmente así por un niño de cuatro años.

Entonces, Jiang Cheng volvió su mirada hacia él, y Wei Wuxian se dio cuenta de que posiblemente había perdido esta vez.

-Wei Wuxian, no le digas a A-Yuan que nos molesta. El hecho de que tú seas molesto no significa que él lo sea.

-Sí, A-Die,- dijo A-Yuan con una pequeña sonrisa engreída.

Wei Wuxian lo niveló con la mirada menos impresionada que pudo reunir. A-Yuan podría saber cómo manipular a Jiang Cheng, pero Wei Wuxian sabía cómo manipularlo. Este no era su primer día en el trabajo.

-Bien,- dijo. -Si soy tan molesto, ¿qué tal si te quedas aquí solo y yo me mudaré con Lan Zhan?

La cabeza de A-Yuan'a apenas pasó por alto la barbilla de Jiang Chen cuando se sentó con un grito de pánico.

-¡No, A-Die, no eres molesto!- Dijo, apresurándose para subir al regazo de Wei Wuxian que todavía estaba un poco húmedo por su incidente de vomitar refrescos. -No me dejes aquí solo.

Wei Wuxian envolvió sus brazos alrededor de A-Yuan.

-Solo estaba bromeando, cariño. No me estoy yendo.