Colegio Wolfrahan ©

Capítulo 17: Delatado

Justin y yo estabamos teniendo un momento intenso en el baño. Éste estaba apunto de besarme, sus labios estaban a solo unos centímetros de los míos.

Cuando en ése momento, se escuchan los paso de alguien acercándose al baño. Rápidamente, empujé a Justin y me encerré en unos de los inodoros.

—¿Dónde esta Alejandro? —Preguntó Austin.

¡Estuvo tan cerca!

Si hubiera besado a Justin nunca me lo hubiera perdonado. No podía hacerle algo así a Dexter.

Tenía que mantenerme lo más lejos posible de Justin.

—Esta en el baño, te lo dejo a ti. Me voy a cambiar. —Escuché como Justin salía del cuarto de baño.

Rápidamente, me cambié de ropa y abrí la puerta.

—¿Estás bien Alejando? Estás pálido.

—Si, estoy bien. Me caí hace un minuto, debe ser el susto de la caída. —Mentí.

—Siempre estás dándote golpes, tienes que ser más cuidadosos. Ven, vamos con los demás.

Al salir del baño, ya Lian estaba cambiado y esperándonos a las afueras de los vestidores.

—¿Dónde esta Justin? —Preguntó Austin mientras miraba hacia todos lados.

—Se esta cambiando de ropa. Ya debe venir.

Esperamos unos minutos hasta que Justin salió muy serio de los vestíbulos.

Al llegar donde el grupo, todos comenzamos a caminar hacia las afueras de la piscina. Lian y Austin no paraban de hablar mientras que yo y Justin solo nos quedábamos en silencio.

—A ver que les pasa a ustedes dos, ¿por qué están tan callados? —Dijo mientras subíamos las escaleras.

—Estoy cansado, es todo. —Contestó Justin mientras evitaba mirarme.

—Si quieren pueden ir a mi habitación y hablamos un rato. —Dijo Alejandro mientras caminábamos hacia la habitación.

—Sí, adelántense ustedes dos, Alejandro quiere que le acompañe a la librería. Esta empeñado en leer un libro de natación del que le hablé hace rato. ¿No es cierto Alejandro? —Me miró con muy mala cara.

—Si, es cierto. Volvemos en un rato. —Mentí mientras caminábamos devuelta a las escaleras.

—¿Para que quieres ir a la biblioteca? —Pregunté mientras bajábamos las escaleras rápidamente.

—Es uno de los lugares que nadie visita, y necesito hablar contigo ahora. —Dijo mientras me mostraba el camino a la biblioteca.

Tras varios minutos, Justin abre unas puertas y nos adentramos a lo que parecía ser la biblioteca.

Era una habitación enorme, llena de repisas muy altas repletas de libros viejos.

Tal y como Justin había dicho, no había nadie en la biblioteca, estaba completamente vacía.

—¿Para qué hemos venido aquí? Es obvio que no te he pedido ningún libro de natación. —Justin caminaba por la biblioteca asegurándose de que nadie estuviera cerca.

Al terminar su recorrido, éste se acerco a mí.

—Necesito que me expliques,  ¿por qué de repente te deseo tanto cabrón? ¿Por qué no me puedo controlar cuando estoy cerca de ti? ¿Qué carajos me hiciste?

—Yo no te he hecho nada Justin, estas confundido, es todo.

—¡Confundido mis cojones! —Me agarra por los hombros. —Siempre te he visto como un amigo, pero después que nos caímos al suelo y quedé sobre ti, solo puedo pensar en tu olor y en tu cuerpo.