Capítulo 26

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Feliz día de la primavera!! Listo por hoy! A esta historia cada vez le falta menos.. ¡a disfrutarla!
Martina.
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Cuando me desperté me di cuenta de que no estaba sola, estaba acompañada por Peter que también estaba despierto, me acarició la cara y mis ojos se achinaron al relajarme.
Otra vez me vino el pensamiento: hablar o no hablar.
-Buen día La la land-me sonrió de buen humor,  besé su mejilla.
-¿Me llamaste como una de tus películas favoritas?-me sorprendí y él asintió con la cabeza mirándome divertido.
-En este momento estoy acá, con vos.. Y sé que soy muy afortunado-elevó sus cejas siendo coqueto conmigo, eso me hizo reírme, le di un abrazo.
Juan Pedro llenó mi cuello de besos y otra vez me invadió el placer, giré quedándome sobre él y le sonreí.
-Ahora yo mando...-estiré sus brazos y los agarré con mis manos, él se estaba riendo de la situación, también llevé mi boca a su cuello, lo vi y lo sentí debilitarse lentamente.
No bastó mucho para que nos dejemos guiar por los impulsos, todo se volvió intenso, placentero, para que todo terminara de manera.. ¿Dulce?
Cuando nos quedamos mirándonos a los ojos él me acarició la cara.
-Tengo que moverme, tengo entrenamiento, mañana hay otro partido...-me habló sobre mis labios y me los besó por última vez, me aparté para dejarlo libre y empezar a prepararnos.
Bajamos por el ascensor y abrí la puerta del edificio.
-¿Vos vas solito? Tenes el auto de amigo Agustín-se lo recordé.
-Buen punto..-asintió con la cabeza- pero, ¿más tarde venís?
-Cuando termines paso, tengo que hacer un par de cositas en mi taller-le di un besito en la frente y me sonrió-¡nos vemos!
Rápidamente me subí sobre mi auto e hice lo que tenía pensado hacer, ponerme manos a la obra para dejar de pensar, estaba con todo el cuerpo lleno de pintura cuando se apareció mi mamá.
-Boluda me asustaste-me sobresalté.
-¡Ey! Soy mamá, no boluda-elevó sus cejas mirándome-¿que haces acá? Siempre vas a esperar a Peter..
-¿Tenes un tiempito para hablar?-me empecé a poner nerviosa, ella asintió con la cabeza-terminé con Benjamín... Bueno, el terminó conmigo..
-Eso iba a terminar pasando.. Siempre pensé en eso, pero como te veía muy feliz con él nunca te lo dije-ella soltó un suspiro y me miró-¿estas mal?
Su pregunta se quedó razonando en mi cabeza, terminé negando con la cabeza.
-No... Y eso tendría que ser raro...
-¿Qué onda este chico Juan Pedro? Noté cierta vibra rara entre los dos la vez pasada... ¿Tiene que ver con lo de Benjamín?
Asentí con la cabeza y después negué.
-Bueno, sí...-terminé aceptándolo- todo es muy raro ma.. Sé muy claramente que yo estoy en la vida de Peter Lanzani solamente de paso, hay cosas que así tienen que ser..-traté de explicar eso más para mi misma que para ella.
Mi mamá levantó mi cara con una de sus manos y mis ojos se pusieron brillosos.
-No quiero que sufras mi amor.. Y ya lo estás haciendo..-ella me dio un abrazo, me puse a llorar porque últimamente estaba muy emocional.
-Mamá me mandé otra cagada..-saqué la cara de mi escondite para mirar la suya- estoy embarazada mamá..
Cuando pronuncié esas palabras el clima se puso raro, otra vez estábamos frente a una situación así y juntas, en el pasado esa noticia fue lo más triste y horrendo que me podía pasar, pero esta vez yo lo sentí distinto.
-¿Sos feliz?-me lo preguntó mirándome a los ojos-¿Es de Lanzani?
Terminé asintiendo con la cabeza, estaba buscando las palabras exactas para hablar.
-No... No estoy en la misma situación que antes.. No es deseado pero tampoco siento que es lo peor que me pudo pasar.. Solo tengo miedo.. Miedo de lo que me pueda decir Peter cuando hable con él.. Porque sí, vamos a tener que tener una charla tarde o temprano, solo.. No quiero hacerlo hasta que terminen los partidos para no distraerlo..-la voz me tembló- también.. Tengo miedo de perderlo como la vez pasada.. ¿Y si estoy destinada a perder siempre que me pasa algo así?
-Ey no Lali-mamá me abrazó nuevamente- no pienses esas cosas, contas conmigo, voy a cuidarte siempre que pueda hacerlo-besó mi frente.
Nos quedamos así por un tiempo largo, después me aparté de mi mamá para limpiarme los brazos, las manos, la cara, me había pintado casi todo el cuerpo.
-Tengo que ir por Peter al club..-le di un último abrazo- te amo ma
Ella me saludó con la mano antes de atravesar la puerta, una vez en mi auto aceleré para ir a donde ya había terminado el entrenamiento, me había retrasado un poco.
Lo vi a Peter hablar con una chica, ella claramente estaba coqueteando con él, me salió por instinto el acercarme y abrazarlo por atrás tomándolo por sorpresa besé su mejilla.
-Hola-saludé a la chica que se nos quedó mirando sin entender nada.
-¿Tenes novia?-dudó la chica mirándolo firmemente a Peter.
-Sí..-él no lo negó, eso me dejó sorprendida, después esbozó una pequeña sonrisa- iba a decirte eso.. Soy buena onda con la fotos y los saludos, solo eso
La chica algo avergonzada se fue haciendo que nos quedamos a solas con Peter, elevé mis cejas mirándolo.
-¿Tu novia?-me reí.
-Una mentirita piadosa para que me deje en paz-sus ojos se achinaron al sonreírme-¿vamos?-estiró su brazo y terminé asintiendo con la cabeza, nos agarramos de la mano.
Cuando llegamos al auto y aceleré me quedé pensando nuevamente como abordar el tema al que le estaba dando mil vueltas, tal vez sí era mejor hablar ahora que más adelante.
-¿Vamos a un lugar nuevo?-Peter se sorprendió.
-Un lugar nuevo, después vas a poder descansar tranquilo...
-¿Vamos a tener otra cita?-él se sorprendió y me sonrió cuando se puso el semáforo en rojo.
-Tal vez.. No lo sé..-me encogí de hombros empezando a ponerme nerviosa- sigo manejando y mirando hacia en frente mejor-me reí mientras todo se alteraba en mi interior.
-Me trajiste a una librería, ¿para que te compre alguno?-Peter elevó sus cejas una vez que bajamos del auto.
-No bobo, este es un lugar que amo mucho.. Creo que no te conté que amo leer, este lugar antes era un teatro, el Grand Splendid, es del 1917, National Geographic lo catalogó como "la librería comercial más bella del mundo"-inevitablemente sonreí-vamos, hay varias secciones, venden hasta dvd's, discos, hay hasta una cafetería..
Peter siguió mis pasos y entramos a uno de mis lugares favoritos en el mundo, nos pusimos a revisar un poco de todo, él caminó detrás de mi para que termine parándome frente a la biblioteca de un sector en particular.
-¿Queres algún libro?-me preguntó por preguntar.
Cuando saqué un libro del estante donde había parado sentí que me bajó la presión, me puse muy nerviosa.
-Guía para madres primerizas-Peter leyó el título del libro en voz alta, se quedó procesando la información, levantó su cara para mirar la mía, estaba completamente desconcertado-¡¿qué?!

Sin querer queriendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora