24. Parte 2

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Trigger Warning: Contenido sexual en prácticamente todo el capítulo
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Así viajo por todo su cuello, subiendo y bajando, sintiéndolo completamente familiar, como si lo conociera a la perfección. Dando besos y leves caricias con las manos que hacían a Jisung gemir, ahora sin ningún pudor. El menor se afirmada de los costados de su camisa y le tironeaba en puños. Minho estaba seguro de que en cualquier momento uno de sus botones saldría volando debido a la fuerza con que lo hacía.

Pero de pronto Jisung se alejó y lo observó, tenía la respiración agitada y los párpados le temblaban, el mayor creyó que iba a llorar, pero no. Tomó su chaqueta y la sacó, para luego tomar el dobladillo de su camiseta y sacársela, dejando al descubierto su torso, el cual estaba solo levemente marcado y era de una tonalidad clara, porque no solía exponerse mucho al sol. Luego de esperar un momento a que el peli naranja pudiese verlo y apreciarlo, entonces tomó su cabeza por el cuello y lo atrajo hasta sus clavículas, donde el mayor inmediatamente captó la indirecta y comenzó a besar y mordisquear nuevamente.

El menor respiró hondo, cerrando los ojos, porque sentía demasiadas sensaciones tan potentes y nuevas que no podía con ello. Pero quería hacer algo, algo que recordaba que se sentía excelente y que le daba un poco de miedo, porque en esta situación imaginaba que era como un suicidio. Sin embargo, no se resistió, movió la pelvis mientras que se tomaba de la espalda de Minho y se presionaba contra él. Un gemido salió en seguida de sus labios y un gruñido se ahogó en la piel de sus pectorales porque el más alto paró por un segundo, sintiendo que fallecería debido a lo bien que se sentía tener el trasero de Jisung rozándose contra su pene y el miembro del menor clavándose levemente en su abdomen bajo.

Ahora comenzaba a preguntarse cómo había vivido sin ello antes porque realmente no lo comprendía. Nada se le comparaba.

El pelinegro llevó sus manos con dificultad hasta los botones de la camisa del mayor, quien le dio mejor acceso al separarse, lo observaba con lujuria en la mirada, con fuego, casi en llamas y eso no podía excitarle más al más bajo. Así que cuando Han terminó con ellos y tocó el abdomen de Minho, este bajó las manos para tocar el bulto duro que estaba oculto en los pantalones de Jisung. Este gimió enterrando sus uñas en los pectorales del peli naranja. Y él comenzó a desabrochar los pantalones y bajar el cierre; cuando lo había logrado acarició nuevamente por encima de la tela, provocando que el menor se encorvara hacia atrás, sujetándose por sus hombros.

–Eso... mm... hyung~ —balbuceó.

–¿Te gusta?

–Ajá... se... —suspiró, moviéndose contra él—. Se siente increíble —gruñó.

Minho fue ágil y, a pesar de la incómoda posición para ello, logró sacar el pene de Jisung de su bóxer y bombearlo, haciendo al pelinegro gemir cada vez más alto.

–Wow, estás muy duro.

–¡Minho~! —chilló Han en una voz que sonaba más como un gemido, tapando su cara con una de sus manos.

–Me gusta.

El mayor se dedicó a acariciar su erección, mientras el otro se retorcía bajo su toque. La mano restante recorría todo su abdomen y a veces atendía sus pezones, los que Jisung no sabía que le serían tan erógenos al punto de sentirlos arder luego de que la mano de Minho se ensañaba con alguno de ellos. No obstante, ese ardor le gustaba mucho. El menor seguía restregándose contra la erección del peli naranja y no podía evitar gemir.

Entonces Minho lo ayudó a levantarse un poco y lo recostó en el sillón, bajando hasta quedar frente a su pene, donde se relamió los labios bajo la atenta mirada del pelinegro. El más alto tomó sus pantalones y los sacó de su camino, al igual que los bóxer, los que cayeron en alguna parte de la sala.

Sé que sientes esto~ [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora