Capítulo ❱ 03

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Los pasillos se encontraban vacios sin una persona rondando a la vista, esta vez el teñido iba tarde a sus clases, por milésima vez, por desvelarse ayer con sus amigos en el parque de skate. Se detuvo agresivamente frente el edificii mirándolo entfe jadeos tomando su skate en un segundo como de costumbre, tenía práctica. Entro rápidamente en aquel edificio naranja con boanco y fue casi corriendo a su segunda clasd del día, el aula 6-D. Cuando se encontro frente a frente con la puerta se detuvo para tomar aire y calmar su respiración, hace tiempo no corría por la mañana desde que no tiene educación física.

Tomo aire y dejo caer sus hombros para seguidamente entrar por la puerta sintiendo como todos se volteaban a mirarlo con curiosidad, tenía el cabello desordenado y  tenia ojeras, estaba cansado aún. El profesor detuvo su clase al notar la presencia del teñido en la sala que robo la atención de sus estudiantes, Rubius quería morirse justo ahí.

─ Doblas, tarde nuevament3 ─. Habló el profesor sacando sus gafas con frustracio, dejandolas colgar en su pecho con el hilo que sostenia ambos lados. Vago su mirada por sus compañeros que, algunos volvieron a su cuaderno, lo miraban. Incluso el pelinegro con ojos morados. El profesor camino hasta su escritorio para sentarse en su silla donde se encontraban sus computadores, supuso, que abrió la lista de atendencias: "Rubén Doblas Gundersen; Tarde.

─ Lo lamento, tuve que ir ayudarle a mi madre y se me fue rápido el tiempo ─. Fue lo primero que dijo Rubén como excusa rápida, el profesor se veía convencido, la madre de Rubén era cantante y podría entenderlo. Pero sus amigos se estaban descojonando de risa en silencio sabiendo que la madre de su querido amigo nunca estaba en casa, y mucho menos la ayudaba.

─ Preocura llegar temprano, si sigues asi tendrás detención, llevamos 90 días escolares y tienes 54 tardes ─. Dijo mirando el monitos frente a él, leyendo su perfil. El señor mayor volvió a mirarlo con una expresión seria, mientras Rubius presionaba sus labios. ─ Ve a tomar asiento. Bien clase, donde lo dejamos...

El profesor se puso de pie nuevamente para seguir la clase, sintió que podia respirar nuevamente y en un segundo se encontro en su asiento, notando como sus amigos se reian en voz baja del pequeño show que acaban de hacerle.

Dejo su mochila a la par de sus piernas junto su Skateboard, relamio sus labios una vez todas las miradas se fueron de encima suyo dejandolo tranquilo por completo. Pero la de un pelinegro seguía encima suyo, la pudo sentir una vez se sentó. Le ponia nervioso, no sabía exactamente el por qué, quizás por que era el más responsable y resaltante del salón con mejores calificaciones y presidente escolar.

ㅡ Deberías llegar más temprano.

Se sobre salto mirando a su izquierda, donde el pelinegro se encontraba sentado. No lo miraba fijamente ahora, tenia la misma en frente y bajo su cuaderno mientras escribía, pero seguia hablandole.

─ Tu promedio puede bajar, empezaran a contrar asistencia.

─ ¿Me estás jodiendo?

─ Doblas, la boca.

El nombrado frunció el seño y rodo los ojos a la posición contraria del chico ojimorado. Le quería insultar pero lo hizo mentalmente, tampoco querían formar una pelea y volver a tener que lidear con la oficina por otra milésima vez. Mira más a la directora que a su propia madre, eso le bajaba un poco el ánimo.

Otra voz llama su atención en un tono de burla.

─ ¿En qué le ayudaste a tu madre? ─. Preguntó Auron a dos asientos atrás de él, quedando esquinados. Le miro con una cara de pocos amigos mientras el chico se descojonaba en su asiento.

─ Sabes que no fui a ayudar a mi madre, imbecil ─. Rodeo los ojos y el castaño se volvió a reir mientras el chico de gorrito les hacia señal de que miraran al móvil: probablemente el chat grupal.

strange boys ❀ rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora