Hasta que te encontré. (Yellow Mellow)

5: niñata

NARRA MELO:

Ya ha pasado un mes desde que vi a Julia.

La última vez que estuvimos juntas fue en mi casa, el maldito día que la besé.

HACE UN MES... :

NARRA JULIA:

-¿Sí? ¿Debería empezar de cero? - Dijo Melo no tan seria.

- Sí. - Respondí sonriendo.

-¿Así? - Dijo, lanzándose sobre mi boca.

Noté como me besaba lentamente y como sus manos se deslizaban a mi cintura, pegándome más a ella.

El besó no duró ni diez segundos ya que me separé de ella, negando la cabeza.

-Lo siento. - Dije, apartándome aún mas de ella.

Cogí mis libros y abrí la puerta.

Giré mi cabeza para mirarla por última vez, aún seguía de pie en el mismo sitio.

Cerré la puerta y me fui.

NARRA MELO:

Mierda, la había cagado.

-¿Para que la besas? Es que eres tonta Melo, t-o-n-t-a. - Me dije a mí misma frunciendo mis cejas.

Sabía que la cagaría besándola pero necesitaba hacerlo.

En el poco tiempo que he tenido para conocer a Julia me he dado cuenta de que por fuera es la típica chica dura que se pelea con todo el mundo pero por dentro es una chica realmente adorable, cómo una niña a la que le entusiasma entrar a un Starbucks y pedirse su café preferido, cómo una niña que llora cuando suspende un examen, cómo una niña que pregunta absolutamente todo de un tema concreto, cómo una niña que se ve por lo que está pasando con tan solo mirar sus ojos, casi siempre cristalizados.

Julia me gustaba pero, ¿y si sólo era la típica chica "tumblr" que me atraía por su físico?

Lo pensé detenidamente pero no, había algo en ella que la hacía única y era su manera de no hacer caso a nadie y su tranquilidad.

Realmente no sabía casi nada de ella, nos conocimos hace apenas 3 días y encima fue un mal comienzo pero por suerte Julia lo supo arreglar, sinceramente, en la situación en la que me encontraba, yo no hubiera hecho lo mismo.

Aún así, quería conocer más a Julia pero algo me decía que no la volvería a ver en mi vida.

Y eso me entristecía... o quizás como mucho no me dirigiría la palabra y la verdad es que con solo verla me bastaba.

Tenía la suerte de que fuera amiga de Aida pero eso tampoco es que fuera lo mejor... al menos algo me decía que la volvería a ver de casualidad en otra ocasión y solo quería que esa ocasión estuviera a la vuelta de la esquina.

Y pensado esto, fui a editar el vlog que tenía que publicar.

NARRA JULIA:

Mientras andaba para llegar a mi casa, me puse a pensar.

No me dio tiempo ya que me encontré a Aida en la puerta de mi portal.

-¡Julia! ¡Llevo media hora esperándote tía! - Gritó Aida desde la lejanía.

Mierda, hoy había quedado con ella para revisar los apuntes del examen de mañana.

Me acerqué a ella.

-Perdón, se me había olvidado, lo siento tía. - Dije con una voz débil.

-¿De dónde vienes? - Preguntó Aida.