Amar después de amar

"Los primeros dias"

Pero más suerte es quererte tanto y que tu sientas lo mismo.

Si algo había cambiado dentro de mí cuando había conocido a Clara, cuando fui su novio se potencio el triple. No solo tenía la cara de enamorado menos disimulada (ya saben con una sonrisa imposible de esconder) sino que por alguna extraña razón, tenía una paz interior que muy pocas veces se vio en mí. Caro lo notaba y me apoyaba, era genial tenerla como ¿Amiga? ¡Era la hermana que nunca había tenido! En cuanto en mis compañeros, pasaron a un segundo plano en la escala de mi dolor testicular de cada día.

Era todo un sueño y aunque sabía que todo a mí alrededor era dolor, la idea de que en alguna parte de este mundo había alguien esperándome, me mantenía esperanzado. Es extraño como Clara estaba tan cerca y a la vez tan lejos, como una canción romántica que te produce sensaciones de un amorío con alguien que todavía no conociste y aquella sensación tan dulce, tan inocente, me recuerdan a estos primeros días, donde todo parecía tan La vie en rose. Y todavía me acuerdo, que gracias a esa alegría, esa energía, había conocido a Melina Dosani.

Melina, tan buena como oferta de carnicería, tan pura como el agua mineral. Ella era una chica que sufría maltrato por sus compañeros y obviamente no tenía amigos, me daba tanta lastima y siendo honesto no me acuerdo si le conté a Clara de ella, porque todo su dolor y frustración lo descargaba cortándose las venas y yo, tan solo una persona con un teclado detrás de una pantalla, trataba de ser un aliento para sus días oscuros...tal cual lo era Clara para mí.

Lo mismo sucedió con Pablo Loniner, un chico introvertido de mi colegio, el cual Carolina había fichado pero no se atrevía a hablarle y con justa razón...capucha encima y tirado en el piso sin hablar con nadie, y en esa época o más bien...ambiente, no era muy socialmente aceptado. Fuera del horario escolar, tenía amigos de su onda e incluso era el que más hablaba de sus amigos. Aunque con él las cosas fueron un poco más difíciles, pues no le agradaba que un pibe más chico se le acerque y mucho menos que sea para hablarle de una chica. Y si, costo y demasiado pero al tener tanto autoestima y confianza en mí mismo, toda esa energía hizo que le caiga genial y así todo me llevo hasta el punto B de la vida...el punto de Bianca.