- Hay trabajo hoy? Porque la otra vez me hicieron venir por nada.
- Si Candy, hay trabajo hoy. Hasta hora pidieron unos chalecos, 9mm, y balas. Esta todo anotado en el Excel de la computadora. Fíjense y digan que van a cargar en lo camiones, así no nos volvemos locos.
- Zac como dormiste?
- Key, por favor no lo hagas. - Le ruego con la mirada.
- Hacer qué? Le estoy haciendo una pregunta normal.
- Si. Y yo no soy la persona más dramática que existe.
Nos quedamos en silencio mientras subíamos los pedidos a los camiones e iban llegando los demás. Primero llegó mi primo Jason o como yo le digo Tata, luego llego Rick y Isabella con la bebé Cielo y Deacon llego casi cuando ya estábamos terminando.
- Que paso que vino la bebé más hermosa del mundo?
Me acerqué con una sonrisa en la cara y la tomé en brazos. Cielo tiene dos años y es súper tranquila, nada que ver con su papá que es muy hiperactivo.
- Buongiorno. Como están? La niñera tuvo unos problemas de último momento y la tuvimos que traer - Hablo Isabella con su particular acento italiano.
- Pues uno se tendría que haber quedado, no es un buen lugar para niños- Comente, mientras le hacia muecas a la niña para que se ría.
- Lo sabemos.
- Candy?
- Si, jefe?
- Podemos hablar un segundo? Es rápido ya le di la luz verde a la primera banda para que venga a buscar su pedido.
- Cual banda?
- Los bloods Rick. Candy?
Me alejé un poco de la ronda en la que nos encontrábamos y el me siguió.
- No estoy emocionalmente estable para dramas, te aviso por si eso pretendes que pase.
- No es lo que quiero. Pero creo que podríamos hablar las cosas tranquilos. Ayer estábamos muy alterados. Y creo qu...
- Zac, todo lo que dije ayer realmente lo siento.
Se me cae una lágrima.
- Yo-o Candy. No me siento listo para dejarte. Una última oportunidad?
- Esta creo que fue la última vez para mi. Lo di todo sin pedir nada a cambio, y no es un reclamo a ti sino a mi. Pretendía estar bien contigo cuando no lo estaba conmigo misma. Me descuide y me hice mal, y no me di cuenta hasta ahora. Y quiero tiempo para arreglarme. Creo que tu también necesitas ese tiempo para poner en orden tus prioridades.