Rehacer y cambiar

Capítulo 1: Regalo o maldición

Rehacer y cambiar

Un cambio de ritmo. En esta historia, tiene lugar cuando el sello de Kisuke atrapa por completo al loco Aizen. En su último esfuerzo, intenta liberar tanto poder del Hogyoku, solo para enviarlo accidentalmente a Ichigo. Ahora con el Hogyoku, la Sociedad de Almas lo ha considerado demasiado peligroso y terminará matándolo. En sus últimos alientos, deseaba haber cambiado todo esto, y el Hogyoku acepta esa solicitud literalmente.

M para lenguaje, violencia, desnudez. AU, OOC, No OC a pedido, viaje en el tiempo.

Capítulo 1: Un regalo o una maldición

Ichigo simplemente se quedó de rodillas mientras veía a Aizen quedar completamente atrapado dentro del sello que Kisuke había implantado dentro de él. Aizen continuó su perorata contra el ahora estoico comerciante y estaba hablando de algo que Ichigo solo podía asumir que era el rey de las almas. Cuando la foca volvió a atrapar sus brazos, Ichigo miró hacia otro lado. Aizen decidió que aún no estaba listo para aceptar su derrota y vertió tanta energía en el Hogyoku como pudo. El suelo a su alrededor tembló y eso fue todo. Kisuke reconoció que Aizen estaba tratando de aprovechar el poder del Hogyoku, solo para que ahora lo rechazara abiertamente. Para sorpresa de Kisuke y las últimas imágenes de Aizen antes de que el sello lo tomara entero, fue el Hogyoku saliendo del sello y volando directamente hacia el pecho de Ichigo. Derribando al salvador al suelo.

"¡NOOO!" Aizen gritó cuando estaba completamente sellado ahora.

Kisuke corrió hacia Ichigo con un movimiento frenético para ver cómo estaba el chico. "¿¡Ichigo !? Ichigo, ¿¡estás bien !?" Casi gritó mientras Ichigo yacía inconsciente en el suelo.

Antes de que pudiera hacer algo más, Ichigo abrió los ojos y miró a su mentor con los ojos muy abiertos. Casi como si estuviera completamente sorprendido de lo que sucedió, pero también pareció algo aliviado. Casi como si aceptara cómo resultaron las cosas ahora.

"Ichigo, respóndeme ahora mismo." Demandó Kisuke, con un tono muy temeroso en su voz.

"Estoy bien Kisuke." Ichigo comenzó mientras se sentaba. Puso su mano sobre su pecho y sintió la oleada de poder surgiendo a través de él. No se parecía a nada que hubiera sentido antes. La intensa energía, la piscina casi ilimitada de reiatsu corriendo hacia sus reservas y la cantidad de presión que sabía que no tenía más remedio que reprimirse para siempre.

"¿Está seguro?" Kisuke comenzó con un tono de voz muy preocupado. "No sé qué te hizo Aizen, pero sea lo que sea, ahora posees el Hogyoku."

"Sí. Estoy bastante seguro de que sentí eso, Kisuke." Ichigo gimió mientras comenzaba a ponerse de pie. Miró el rostro preocupado de Kisuke y estaba realmente desconcertado de que el hombre normalmente tranquilo o jovial ahora estuviera tan preocupado como este. "Estoy bien Kisuke. Confía en mí."

"No es que no confíe en ti Ichigo, simplemente ya no confío en esa cosa". Dijo Kisuke mientras señalaba al Hogyoku.

Ichigo le sonrió al hombre y puso su mano sobre el hombro de su mentor. "No te preocupes. Nunca me convertiré en lo que Aizen se convirtió."

Kisuke sonrió ante la tranquilidad del adolescente y estaba a punto de decir algo más, hasta que sucedió algo realmente inesperado.