STORIES OF FIRE, WOLVES AND PACKS (PARTE 1 y en edición)

12. En el hospital

Stiles fue llevado inmediatamente al hospital de Beacon Hills donde fue ingresado de emergencia, ahí lo esperaban el sheriff y Melissa que estaban más que felices de verlo. Habían estado extremadamente preocupados por él y aunque su condición era grave, se alegraban de tenerlo de vuelta, especialmente Noah, que había temido perder a su única familia, su querido hijo. Como debían llevárselo para ser atendido no pudo abrazarlo, así que tendría que esperar con los demás miembros de manada, mientras a su vez recibían la noticia por parte de Jordan que Scott se encontraba fuera de peligro y venía a casa con ellos, y Melissa pudo respirar más tranquila, aunque no del todo, pues no podía olvidar porqué estaban ahí.

En la sala de espera todos estaban preocupados y tristes, todo el tema era complicado, sólo ellos sabían lo que había pasado con los dos adolescentes, y era sin lugar a dudas una de las mayores crisis que habían experimentado como manada. Sabían que ya nada sería igual, su confianza en el alfa verdadero se había quebrado y su relación con él tal vez nunca sería igual, especialmente con Stiles. Como dijo Peter, todo se fue a la mierda.

Stiles abrió los ojos lentamente, recibiendo la luz blanca de la habitación, incomodando su vista. Vio el techo primero, luego a su alrededor, y al ver el gotero a su lado supo que se encontraba en una habitación del hospital. Vio a un costado de la cama, viendo a su padre dormido en un sillón, usando su ropa de civil.

—Papá.— lo llamó intentando llamar su atención, pero su voz sonó más bajo de lo que hubiera querido, así que luego de tragar un poco de saliva y carraspear, lo intentó de nuevo— Papá.— se sentó con cuidado y se inclinó hacia adelante, para estar más cerca y ser escuchado— Papá, despierta.

Cuando el sheriff finalmente despertó, se sorprendió y se alegró de verlo despierto.

—Stiles. Mi hijo.— dijo el sheriff y enseguida se levantó de su asiento para poder abrazarlo, dejando un beso en su cabeza. Estaba tan feliz de tenerlo de nuevo a su lado. Stiles lo abrazó con fuerza, y cuando vio su antebrazo sin mordida alguna, hundió su rostro en el espacio del hombro y el cuello de su padre, comenzando a llorar.

Había dejado de ser humano.

Con el paso de unos minutos llegó Melissa que al igual que el sheriff le dio un fuerte abrazo, luego llamó al médico a cargo y le hicieron una revisión de rutina.

Al cabo de un rato se presentó la manada que lo aplastaron en abrazos y besos, y lágrimas, muchísimas lágrimas, tanto que abrumaba un poco al castaño, pero sabía que habían estado muy preocupados por él, eran su familia después de todo y se querían, y Stiles también estaba feliz de verlos, luego de pensar que ya no volvería a hacerlo. Sin embargo luego de algunas horas junto a la manada, Stiles no pudo evitar notar la ausencia de Derek, Peter y mucho más importante, no estaba Newt, y no había sabido nada de Scott.

—¿Qué ocurrió después de que Scott me arrojara y me dejara inconsciente?— preguntó Stiles luego de conversar por varios minutos.

—Te trajimos de vuelta a Beacon Hills, directamente al hospital para ser atendido.— contestó la cazadora.

—¿Qué hay de Scott? ¿Y Newt?— preguntó el castaño— Derek y Peter tampoco han venido.

Todos se vieron entre ellos sin estar seguros de cómo contestar, así que fue Lydia quien lo hizo.

—Por ahora no podemos decirte mucho pero Scott está bien y está de regreso en Beacon Hills. Derek y Peter están cuidando de él.— le contó la pelirroja— Newt está con ellos, pero dijo que vendría a verte en cuanto pueda.

—De hecho estuvo a punto de abandonarlos y venir a verte apenas supo que habías despertado.— dijo Kira soltando una risita, contagiando a algunos de ellos. Eso hizo sonreír a Stiles, y se quedaron conversando alegremente, hasta que la hora de visitas terminó y tuvieron que irse.