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De frente a un gran espejo, Amy iniciaba su transformación en Poison, como siempre lo hacía, ésta vez procurando mantener su mente tranquila y concentrarse en la rutina de ésta noche.

Dejaba de lado sus aburridos anteojos de montura negra para reemplazarlos por lentes de contacto color verde y colocaba unas largas pestañas postizas luego de maquillar exageradamente y con sombras oscuras sus ojos. Amy finalizaba  sujetando con fuerza una llamativa peluca de cabello largo y rojo a la redecilla de su cabeza.

Últimamente le asaltaban pensamientos que parecían volverse recurrentes, como el deseo de no volver a encontrar a Jung y Tae en el bar, de creer que sólo se trató de un encuentro fortuito. Ella quería saber como lidiar con esa situación que le producía mucho estrés.

Aún así, algo le decía que las cosas no volverían a ser como eran antes.

Jung📱¡Te estoy esperando!

¡Mierda! Amy no se dio cuenta que lo dijo en voz alta, haciendo que otra de las bailarinas que ahí estaban, la viera con desprecio.

—¿Que haces otra vez acá? —preguntó Amy cuando Jung respondió a la llamada.

—Quería pasar a verte...

—¿Estás sólo verdad?

—No. La verdad es que fué idea de Tae. Yo planeaba venir sólo.

—¡Mierda! —Ilse volvió a maldecir por enésima vez y en voz alta.
Parecía que la mejor de sus opciones era no presentarse, lo cuál era imposible porque ésta vez no había quién la reemplazara.

—Tengo la sensación que sospecha algo... él otro día me insinuó algo.

—¿Estás segura?... No creo que sepa de tí, sino ya me lo habría mencionado. —respondió Jung

—Si me descubre por tu culpa, date por muerto.

—Te prometo que por mí no será, pero ¿Qué era lo que me ibas a decir aquel día?

—Eso... investiga si Tae sabe algo.

Jung estaba confundido luego de lo que había pasado entre ambos, creía que le diría algo más, algo que al final correspondería a su propio deseo. Al final parecía que solo seguía siendo su amiga.

Ésta noche Jung optó por beber mucho menos de lo que acostumbraba, ya que pretendía poder disfrutar del espectáculo con sus cinco sentidos; muy al contrario de Tae, quién ya había entrado en calor rápidamente, trago tras trago y sin detenerse. Por su estado ahora se encontraba jugando con las bailarinas y meseras que se cruzaban en su camino.

Después de una corta espera la música cambió de ritmo totalmente y lograron ver a Poison y otras bailarinas salir de entre la multitud para subir a los escenarios. Ésta noche ella portaba un delicado conjunto de dos piezas rojo brillante, con lazos que atravesaban su cintura. No faltaba su inconfundible peluca roja qué la distinguía entre las demás.

Su natural sensualidad se apreciaba incluso cuándo acariciaba lentamente el tubo de aluminio con sus dedos, lo rodeaba y amenazaba con pasar su lengua sobre éste. Deslizaba sus pies al caminar y luego se colgaba de la barra para ascender con mucha destreza. Poison dejaba ver todo el control que tenía sobre su cuerpo al arquear sutilmente su espalda para impulsarse con pies y manos hasta alcanzar la altura que buscaba.

Poison cruzaba de cierta forma sus piernas para mantenerse suspendida con la cabeza hacia abajo. Luego dejaba caer su cuerpo y  suavemente, al ritmo de la música,  movia su cuerpo. Cada tanto cambiaba su postura sobre la barra y volvía a treparse con agilidad dando leves saltos y perfectos giros con una impresionante flexibilidad.

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⏰ Última actualización: Nov 15 ⏰

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