Capítulo 31: La Fuerza de la Semidiosa Sangrienta

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La batalla empezaba conmigo al frente, se había decidido que querían probar mi nivel contra el dios, por ello me encontraba atenta a todo ataque del dios, el cual ni siquiera se había inmutado en hacer algo contra nosotras, ni siquiera tenía un rostro de enfado o ningún sentimiento de locura, era como el tipo de alguien que esperaba al que lo hirieran. Pensada mi estrategia me había decidido en impulsarme invocando a Kusanagi en mi mano derecha y asestar un corte horizontal, más sorprendemente ladeó su cuerpo esquivando el tajo de mi espada, lo curioso es que se había movido como si fuera un pájaro, tal cual según la corriente de viento. 

--Vaya, posees un talento impresionante, esos movimientos con la espada no son propios de una espadachina normal. Técnica divina: Corriente de Aire.--Mencionó el dios apareciendo en su brazo un tipo de cetro, en el cual una enorme ráfaga de aire me acabó cortando parte de mi uniforme y reaccionando como un tipo de defensa ante él, por lo cual tuve que retroceder unos metros, simplemente iba a ser bastante difícil el herirlo. 

--Claro que no son propios, pero lo que me parece raro es ese cetro, ¿es un tipo de arma divina? Bueno, no importa, ahora mismo lo único que quiero es cortar tu cabeza, es lo mejor para alguien con tan poco sentido del humor como lo es el tuyo. Estilo Divino: Rayo Solar.--Le insulté con cierta sonrisa para salir disparada como un rayo, en sí gracias al poder divino y mi respiración había logrado traspasar su defensa y dejar una pequeña cicatriz en su mejilla. Sin embargo, una vez al pasar mi enemigo se regeneró sin dificultades, quizás dañarlo sería mucho más difícil de lo que creía. 

--Sorprendente, eso era un poder de tu madre, ¿cierto? El estilo divino potencia tu respiración de concentración total combinándolo con las habilidades divinas, por eso tus técnicas divinas son más fuertes que las originales, me gusta eso. Técnica Divina: Nube de Viento.--Se burló el dios para expulsar por medio del cetro una potente brisa que se dividió en una niebla bastante parecida a la nube congelada de Douma, la diferencia fue que al estar dentro del propio aire me estaba costando respirar y la propia tos salía sin más, prácticamente esto también ayudaba a eliminar parte del oxígeno que tenían los pulmones si era respirado, por lo cual tapándome la nariz salté para salir de aquella ventisca. 

--¿Pero qué? Esto no es como esperábamos, Kaede es inmensamente fuerte y debería bastar, pero Shinatsuhiko tiene una gran fortaleza, la ve como una broma. ¿Deberemos actuar?--Se oían las palabras de Himeko como una sugerencia de si necesitaba ayuda, más al mover mi cabeza en una respuesta negativa les había asegurado de poder con el enemigo. 

--Eres muy arrogante pequeña cazadora, me gusta tu entusiasmo. Sin embargo hablas con un dios, tenemos otra naturaleza y aún no te adaptas a mis movimientos, no me dejes de divertir todavía o tendré que matarte rápido enana. Técnica Divina: Aire Cortante.--Repitió el dios para mover su cetro y crear otra potente ráfaga, más iba en sentido horizontal y en mi dirección, por tanto había girado en una serie de volteretas ascendentes con tal de quedar a salvo, aunque había llegado a tocarme levemente pero sin causar mucho daño severo. 

--Si esto no funciona, entonces vamos a probar con veneno, hay que intentarlo por más que sea difícil. Estilo Divino: Luz Natural.--Nombré mi ataque para salir disparada y como un rayo acertar seis estocadas en todo el cuerpo de mi enemigo bastante parecido a la Danza de la Libélula de Shinobu y mi Corte Natural del aliento forestal, la diferencia fue que como grandes rayos de luz impactaban a velocidades casi indetectables y perforar los puntos débiles de Shinatsuhiko, perfectamente había conseguido un punto a mi favor. 

--No estuvieron mal esos ataques, ¿pero a qué te referías con…?--Me preguntó a la vez que se arrodilló escupiendo una bocanada de sangre sintiendo así un dolor enorme, su piel se volvía morada poco a poco hasta ver sus ojos rojos de la extenuación, simplemente estaba recibiendo el veneno dentro de su cuerpo y por ello no podía resistir por mucho, al final solo moriría por mi propia espada Kusanagi no Tsurugi.

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