Solo buenas noticias
A Carlos Manuel le costó un poco adaptarse a la idea de que aún no éramos novios y que debía esperar a luego de mis quince para saber mi decisión, aún yo le gustaba y a mí cada vez más me gustaba Owen. Los días anteriores de ensayo habían sido divinos, Owen se estaba comportando como un verdadero príncipe, era el galán ideal. Se aprendió los pasos fácilmente, todos los días íbamos tomados de la mano hacia casa, hasta que llegó ese día...
Último día de ensayo - Viernes 14
—¿Dash me gustaría decirte algo? —preguntó con algo de intriga.
—Si, dime —contesté asustada al no saber que podría salir de su boca, de Owen me podía esperar cualquier cosa, aunque en estos días solo me había mostrado cosas buenas, nunca dejaba de sorprenderme.
—Pues bueno Dash estos días contigo han sido espectaculares, me he vuelto a sentir como un niño y creo que esto es verdaderamente maravilloso. Tú cara, tú sonrisa, todo de ti me encanta...
Se me erizaron los pelos, el corazón me latió tan fuerte que creía que se me saldría por la boca, mis manos estaban sudorosas, y mis ojos no dejaban de mirar fijamente su preciosa cara, pero también temía a que lo que quisiese fuese terminar eso que estábamos empezando, así que los nervios fueron dobles.
—La delicadeza con la qué haces las cosas y lo sencilla que eres hicieron que en estos días no dejara de pensar ni un minuto en ti —continuó—. Por eso y por muchas cosas más. ¿Te gustaría ser mi novia?.
¡Shoooooooooock!
Asi quedé en un leve y maldito shock, no me podía creer que mi chico, mi platónico, mi insoportable precioso me estuviera pidiendo que fuese su novia. ¿Estaría soñando?.
—¿No dirás nada? —preguntó.
—Si claro. Emm si, por supuesto que si deseo ser tu novia. Pero...
—¿Pero que?.
—Es que no se cómo hacerlo.
—¿Como hacer qué? —gruñó el ceño—. Por un momento pensó que le hablaba de otra cosa, en ese momento no me di cuenta, pero la inquietud de Owen con mi comentario fue bastante dudosa.
—Hacer las cosas bien. Owen solo tengo catorce años apenas voy a cumplir los quince, nunca he tenido un novio y no sé cómo conllevar una relación y menos con un chico mayor, mucho mayor que yo.
—Pero Dash no te preocupes por eso, por lo que se y me has dado a conocer de ti, eres bastante madura y creo que serías una estupenda novia para mi. Yo quiero ir suave contigo y no pienso presionarte en nada.
—Gracias por eso, pero por otra parte está mi mamá, no se tomará está relación bien y no sé ni cómo decírselo la verdad.
—Dashita mi amor, tu madre no se tiene que enterar por lo menos por el momento. Mejor esperamos a que nuestra relación sea más sólida y le contamos a todos.
—Tienes razón, ni mi madre ni nadie se debe enterar por ahora. Si hacemos las cosas bien, creo que todo saldrá maravilloso.
—Si mi pequeña —me dio un beso que me estremeció.
Mi cabeza estaba llena de dudas. Ya era novia de Owen, pero ¿en qué momento sucedió?. ¿En qué momento le había dicho que si?. Todo fue tan rápido que me descolocó y simplemente no me lo creía, de un momento a otro mi sueño de estar con ese chico que me había lastimado y que para mí era inalcanzable ¡se cumplió!.
Al llegar a casa me bañé, comí y fui directamente a buscar a Ruth, mi mejor amiga tenía que saber ya este notición. Pero al salir me encuentro con mis primas que se dirigían a mi casa.
—Dash, chicas de los poderes mágicos y pronto quinceañera, has estado perdida en estos días ¿ya te olvidaste de tus primas por andar con la cucaracha aquella de Ruth?.
No es necesario que les diga quién hizo ese comentario tan desagradable, ya ustedes saben que fue Vale.
—Ayy Vale tú y tú sarcasmo siempre de la mano, pero no me dejaré llevar, seré más educada que tú como siempre —dije tambien con un poco de sarcasmo—. Esa cucaracha de quién hablas es mi mejor amiga y mil quinientas veces te he recordado que se llama Ruth y no me he olvidado para nada de ustedes, solo que con los ensayos no he tenido mucho tiempo. ¿Cómo están?.
—Bien Dash, un poco complicadas con las pruebas y eso pero por lo demás todo bien —respondió Wanda ya que Vale se había quedado callada con su cara ácida de nuevo.
—Me alegro que estén bien. ¿Y qué tal los simulacros, siguen yendo a la pública a ver a los chicos?.
—No Dash, ya ellos no juegan chapita ahí o no juegan, algo raro está pasando pero nunca más he visto a mi pollo —dijo Wanda con nostalgia pero un poco cómica al decirlo.
—Wanda por favor, no es necesario de que se lo digas. Ya ella lo debe saber, no ves que ahora es muy amiga de Owen. Bueno si se puede decir que amiga porque no me creo nada el cuento de aquel día en el parque agregando también que es su nuevo galán, que no se como demonios sucedió esto, pero bueno...
El silencio abundó en mi, la verdad no sé las podía decir y cualquier cosa que dijese iba a ser una total mentira.
—¿Vale no te cansas en serio?. Bien ya creo que me he adaptado a ti y a tu forma. Solo les digo que mañana la fiesta es a la una y las quiero a tiempo y bien guapas, un beso luego las veo.
—Ruth, Ruth —grité desde abajo.
—Ven sube Dash, ni mi madre ni Toni están.
—Ahh qué bien —susurré.
La casa de Ruth se encontraba muy limpia y organizada al parecer había terminado de limpiar.
—Dash, tengo muchas cosas buenas que contarte, más que buenas las considero súper estupendas.
—Yo también tengo cosas muy buenas qué contarte. Jajaja qué lindo nos ocurren cosas buenas al mismo tiempo.
—Jajaja así es, bueno empieza tú —me dijo.
—No no empieza tú jajaja. La bomba mia la dejaré para el final.
—Ok, pero toma asiento para que no te caigas y acomódate que mientras haré un café.
—Ok amiga, soy toda oídos.
—Ayy Dash estoy demasiado emocionada con lo que me sucedió la semana pasada, estaba loca por contarte pero no habíamos tenido tiempo de vernos. Te cuento que mientras estaba con mi padre en el hotel a este le llega un mensaje. El mensaje de que le habían aceptado la reclamación para llevarme a Estados Unidos. Waoo ese momento fue estupendo, los dos lloramos de alegría, no me lo podia creer la verdad, al fin voy a estar junto a mi padre Dash.
—Que estupenda noticia Ruth, pero ¿y tú madre ya lo sabe, ya aceptó la noticia que no estarás en su vida por un buen tiempo?
—Esa es la otra parte de la historia Dash y la que más me duele. Me duele dejar a mi madre sola con ese hombre y más que todavía no ha superado la adicción por el alcohol. Y sí ya hablé con ella en un momento que estaba lúcida para que entendiera que todo lo que le decía era real, le dije que en cualquier momento me iba con mi padre que por favor lo hiciera por mí y dejará de beber. Me dijo que si, me suplico que no me marchara de su lado que ella dejaría de beber y que sería la de antes, que la disculpara por todo que ella me amaba mucho y se echó a llorar en mis brazos. Ese momento fue demasiado doloroso para mi Dash, las dos lloramos como niñas chiquitas por unos minutos. Luego aproveché el momento y le hable de la comunidad de alcohólicos anónimos y le dije que ahí podían ayudarla y que antes tambien debía de ir a un psicólogo. Me dijo que si, que por mi haría lo que fuese, que por su niña pequeña haría todo lo necesario para recuperarse. Y bueno sigo feliz porque hasta el día de hoy no ha tomado más, ha tenido varias peleas con Toni por esta razón, pero eso no me importa, lo importante es que ya estoy volviendo a ver a mi madre ser la de antes.
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Otra cicatriz ©
RomansMuchos intentaron leerla, pero quizás pocos la lograron entender.