Dangerous Attraction

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No imaginas lo fuerte que puedes llegar a ser hasta que ser fuerte es la única alternativa que tienes. En un frío día de otoño, los pájaros cantaban, las hojas de los árboles caían, las personas se reunían y tenían una amena plática, todo parecía ser igual que siempre, sin duda era un buen día, pero claro, no para mí.

Hey, soy Aaron Smith, tengo 15 años y esta es la historia de mi vida, un adolescente normal... bueno, si es que esto fuera una especie de película de Disney.
Día lunes, comencé con el pie izquierdo, me quedé dormido, me caí de la cama, por lo que terminé con un gran moretón en el brazo izquierdo. A pesar de que corrí lo más rápido que pude, fue en vano, llegué tarde al instituto de todas formas. 

Afortunadamente pude llegar antes de que acabara el primer bloque, sin embargo, no pude salvarme del regaño de la enojada señorita Williams, quien me dejó deberes extra, según para que aprendiera la lección. Hace no más de un mes que había comenzado el año escolar en instituto. Estaba dividido en dos grandes edificios, uno para hombres y otro para mujeres, así que técnicamente eran dos institutos juntos que compartían un patio en común, era fácil perderse en cada zona.

Llegó la hora del descanso,  oh, claro, no faltaba el idiota que se cruzaba por la cancha en pleno partido de fútbol y recibía más de un pelotazo en la cara, lo malo es que ese idiota era yo, hasta parecía un imán de balones de cualquier tipo.  //Ahí alguien le da un pase y lo tira pa otro lado, y dice nunca fui bueno para los deportes, siempre he sido de los que se inclinan por las actividades individuales//  

=Si hubiera sabido que habría un examen en la hora siguiente para el cual no estudié, probablemente seguiría en la cama. Es seguro que reprobaré, así que no vale la pena molestarme tanto en ello. No es que tenga malas o muy sobresalientes calificaciones, digamos que estoy dentro del promedio, aunque este ultimo tiempo se me ha hecho difícil concentrarme en mis deberes.=

En fin, finalmente era la tan esperada hora del almuerzo, pero ¿Quién se supone que se encarga de limpiar los pasillos? Si ese alguien hubiera puesto un cartel de "¡Oh, cuidado, el piso está mojado!", no me hubiera resbalado, tirado mi almuerzo y quedado en ridículo frente a todo el mundo. Acaba de empezar el ciclo escolar y ya quiero unas malditas vacaciones. 

Ahora debo ir al baño a limpiarme de todo el jugo que me derramé encima, mi dignidad estaba quedando en números negativos, o soy muy idiota, o tengo mucha mala suerte, creo que la primera opción parece menos ridícula. al ser alguien más del montón no soy del tipo que se mete en problemas por nada, no como esos tipos de grados superiores que se creen delincuentes juveniles por golpear unas cuantas awelas en la calle, ja, ja, enorgullecerse por eso debe ser triste.

"Oh, ten cuidado" Dije a la persona con la que acababa de chocar mientras salía del baño.

"Oe' conchetumare' ¿Acaso no te vas a disculpar?¿No sabí' quién soy yo?"   este tipo me agarró fuertemente de la muñeca hablando con un acento extraño, haciéndome girar a hacia su dirección. ¿acaso es uno de los delincuentes juveniles que patean abuelitas en la calle?  Creo que debo dejar de decir cosas antes de tiempo. Hablando del diablo, efectivamente era uno de esos delincuentes juveniles, me miraba con superioridad y un notable enojo en su tono, yo solo me congelé mi lugar  .

"perdón" dije }y me di la vuelta para poder escapar, mas su agarre se hizo más fuerte, por lo que me lo impidió.

"¿Te estás burlando de mí, idiota?" Mierda, ahora para rematar el día, había hecho enojar a un tipo con complejo de superioridad.

"Eh, claro que no, disculpa, de verdad yo- " Enseguida sentí su puño estamparse contra mi mejilla, por consecuencia me golpeé contra la pared y me deslicé  hasta sentarme el suelo a la vez que sobaba la zona golpeada.