Amantes de Negro || LS

Capítulo 1

Harry Styles se levantó en una mañana increíblemente extraña. La luz de su ventana reflejaba un molesto Sol en potencia, algo raro en el lugar donde vivía, mientras que dentro hacía un frío insoportable. Se reprendió a sí mismo, por seguramente haber olvidado poner el calentador y activar por error el aire acondicionado.

Él despliega sus brazos, intentando quitar el estado de letargo en el que se encontraba, de su boca sale un suave bostezo y sus expresiones se arrugan en conjunto. A un lado de su cama, está Mike, el omega con el que lleva años casado. Trata de desplazarse de la cama de la manera más sigilosa posible para evitar despertarle aún.

Cuando finalmente está fuera de la cama, él coloca las sábanas blancas y suaves encima del omega acostado, para evitar que sienta la misma sensación de intenso frío que sintió hace rato. El omega de cabello rubio se remueve un poco y un tierno resoplido sale de sus labios, al sentir el suave movimiento de las sábanas, balbucea palabras incomprensibles, y mientras se coloca en otra posición, da la espalda a Harry. Harry sentiría ternura si no estuviera tan acostumbrado a aquello, por lo que, sin perder tiempo, decide dejar de mirar la escena e ir al baño para comenzar su rutina del día.

Moja su cuerpo, tiritando de frío y vuelve a maldecirse por decidir usar agua helada y no caliente, hasta que piensa que, fuera de su casa el día está caluroso, así que el agua gélida no estaría mal para mantenerse fresco. Sin embargo, su piel no está de acuerdo y lo deja saber erizándose de sobremanera y colocándose rojiza en ciertos puntos. Estruja todo con jabón líquido y cuando finalmente está listo, decide secarse dentro del baño para evitar mojarlo. Cuando está lo suficientemente seco, envuelve la toalla alrededor de su cintura y otra más pequeña en su cabello aún húmedo. Se coloca delante del lavamanos y cepilla sus dientes; normalmente cepilla sus dientes primero y luego se baña, pero al parecer hoy está haciendo las cosas al revés, así que no piensa mucho en ello.

Coloca una bata encima de sí cuando regresa a la habitación. Ve la hora y sabe que tiene tiempo de sobra para preparar un desayuno y que Mike pueda dormir unos minutos más.

Ellos, como toda gente multimillonaria en general, poseen un equipo completo de empleados capaces de encargarse de todo, entonces, hacer la comida ellos mismos no es una obligación, sin embargo, lo hacen porque sienten que es una forma íntima y tradicional de compartir en familia. Así que sí, ellos son una familia muy tradicional, en el buen aspecto.

En un aproximado de treinta minutos, Harry ya tiene una gran variedad de platos en la mesa, no muy extravagantes, por supuesto. Sabe perfectamente lo quisquillosos que son sus omegas, sus, porque obviamente él y Mike tienen hijos, ambos omegas, niño y niña. Leon, sin el acento porque no es un "león" —palabras del mismo—. Y Habby.

Hay frutas secas para Mike, con agua, porque odia cualquier tipo de líquido que no sea h2o, por la mañana. Sencilla avena blanca con pan para Leon, el castaño mayor de los dos hermanos y arándanos y fresas casi descongeladas junto con leche condensada para Habby. Él tiene un simple cereal con leche, no quiere algo tan pesado por la mañana, porque su estómago a veces suele ser algo sensible, así que, aquello es lo mejor sin dudas.

Al asegurar todo, se dirige a la habitación de cada quien, para despertarle, todos con pereza van haciéndolo y pronto están todos con sus pijamas en el comedor.

Algo que Harry definitivamente no comparte con su familia, es eso de "cepillarse los dientes después de comer". Es decir, él simplemente no podría, odia sentir su propio aliento mañanero, entonces combinarlo con la comida es, sinceramente, lo más desagradable que puede existir, así que prefiere cepillar sus dientes dos veces (antes y después de comer) que hacerlo solamente después de comer. Algo que sus omegas no prefieren al parecer, como si les costara mucho trabajo, pero Harry no juzga, claro.