El silencio nunca fue de mi agrado, mas por que esa noche solo había eso, silencio y mis gritos y pedidos de ayuda se quedaban ahogados en la mitad de mi garganta, hubiera deseado tanto que al menos los pájaros hicieran algo de ruido pero no, era como si el sonido de repente dejara de existir.
Por eso cubro el silencio con música o simplemente intento escapar de la realidad leyendo, es un buen método por cierto.
-Al menos explícame que está pasando- Pido moviendo la pierna desesperada mientras miro la carretera.
El pelinegro sigue serio manteniendo su vista al frente y apretando la mandíbula y su mano en el volante a mas no poder, odio cuando hasta estando enojado se ve tan bien.
-No es de tu incumbencia- Masculla
-No lo es? Estoy en tu maldito auto donde me llevas a no se donde a mas de 100 km por hora, es mi hermana la que sale con tu hermano, prácticamente somos familia ahora, claro que es de mi incumbencia imbécil
Mi mente no alcanza a analizar todo con rapidez, el auto frena abruptamente a un costado de la carretera y si no fuera por mi obsesión con usar cinturones de seguridad me habría llevado un buen golpe, me estoy terminando de recuperar cuando Dalick se gira hacía mi con ese semblante frio.
-No vuelvas a decir que somos familia,- su seriedad me hace reprimir la risa que estaba por salirme- Entiendes?
Tuerzo los ojos, todos los hombre son así? me estresan, es que creen que pueden mandarme y yo les aceptaré todo? se equivocan
-Mira idiota como te explico que me vale una mierda lo que quieras, pero por favor ve a clases de conducción y aprende a utilizar el freno de una vez, la próxima que tenga la desgracia de salir contigo acabará contra el parabrisas
Mi comentario parece terminar de sacarlo de sus casillas ya que rápidamente se baja del auto lo rodea y llega hasta mi puerta para abrirla bruscamente, que no vaya a hacer lo que creo que piensa hacer, me va a dejar botada en medio de una carretera?. Me paralizo cuando me quita el cinturón, sus ojos marrones me miran con una clase de odio pero hay algo más en esa mirada...
-No me voy a bajar- Me cruzo de brazos- No me dejarás botada
Mi comentario lo desconcierta y entonces caigo en cuenta que eso no era lo que pensaba hacer-Ve y conduce, vamos hazlo
-Vete a la mierda, vamos hazlo- Imito su voz
-Quieres saber que pasó??- Me pregunta enojado
-Pues eso es lo que te pido hace media hora no?
-Mi hermano se enteró que tu hermana lo engañó en una fiesta hace una semana
Me paralizo, pensé que esa niña amaba a Michael, eran la típica pareja que combinaban como si de almas gemelas se tratasen, es casi imposible de creer.
-Y por qué te desquitas conmigo?- Me quejo volviendo a la realidad
-Por que todas son iguales- Dice soltando un suspiro depositando su mano en mi pierna inconscientemente- Saben que son jodidamente hermosas- Su mano se desliza por mi pierna de arriba hacía abajo- Inteligentes, seductoras,..- Su mano abandona mi pierna para pasar a mi cuello donde me hace girar mi cabeza hacía él- Y sacan provecho de eso
-Estás generalizando- Aunque por dentro este temblando mantengo mi mirada fija en la suya
-Y ahora dirás que eres diferente y no como las demás?
-No, yo soy todo lo que dices, inteligente, bonita, talentosa y cariño- Bajo mi mirada de sus ojos a sus labios mientras me remojo los míos-, También soy seductora
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Siempre junto a ti
Novela JuvenilKathleen Zalot es una adolescente que se ve obligada a enfrentar los problemas que le traen la relación que su hermana ha comenzado con un chico que parece ser agradable. Los problemas vienen al conocer la familia de este chico que parece ser lo que...