AMOR [Hankisa]

XII

—Asi es como mi papá se cayo de su moto, fue tan chistoso porque se puso a maldecir en voz alta en medio del vecindario lleno de señoras y niños, obtuvo una paliza por eso. —Hanma terminaba de relatar un recuerdo feliz de su infancia.

Ambos olvidaron sus responsabilidades, dejando de la lado la gran diferencia que habia entre ellos, solo conversando como si fueran amigos de toda la vida.

Kisaki se rie en voz alta de tan solo imaginar esa escena —no puedo imaginar la paliza que llevo, dicen que las señoras pegan fuerte.

Se sentian en paz con la compañia del otro, ambos dejaban de fingir y mostraban su yo verdadero al otro.

Recostados en la hierva, hanma sin su chaqueta, kisaki la usaba como manta para no ensuciar su costoso traje, al bicolor no le molestaba ese hecho.

—Casi lo olvidaba, recuerdame que debo regresarte tu chaqueta. —El millonario habló.

Hasta ese momento el mas alto habia olvidado ese hecho —la chaqueta... esa chaqueta le pertenece al hermano Rindou, deberias devolvérsela a él.

Kisaki se sorprendió que su guardaespaldas conociera a uno de los hermanos Haitani.

—¿Eres amigo de Rindō Haitani? —No pudo resistirse a preguntar.

—Si, somos roomies. —respondió Shuji.

Hanma empezó a relatar como se conocieron. Hanma tenia 15 años cuando decidio trabajar, el primer lugar que se le ocurrio fue en una tienda de comida china -la favorita de Rindou-
Shuji estaba en su turno cuando un Rindō pelirubio pidio su orden, el menor de los Haitani pensó que alguien tan joven lo atendió, siendo una persona experta en sacar temas de conversacion comenzo con un hola, soy Rindō, me gustan tus tatuajes, Hanma se sorprendió que alguien le dijiera eso, todos sus clientes eran maleducados y amargados, instantáneamente empezaron a hacerse cumplidos y a conversae, viendo que tenian muchas cosas en comun.

Ambos intercambiaron numeros y quedaron de reunirse fuera del trabajo del bicolor. Siempre quedaban de reunirse cuando el turno del menor terminaba, fueron el apoyo de cada uno, El bicolor conocio a toda la familia Haitani y lo amaron como si fuera su propio hijo. Años mas tarde el menor de los Haitani estaba en busca de un compañero de cuarto, proponiendoselo a Shuji, el ultimo mencionado acepto inmediatamente y asi es como su amistad -y hermandad- creció.

El millonario lo escuchaba atentamente, resulta que tenian amigos en comun, tal vez conocerse y aprender mas del otro no era tan malo despues de todo.

Kisaki y Hanma seguian conociendose olvidándose que ambos debian volver hasta que el telefono de ambos empezo a sonar, sacandolos de la pequeña burbuja creada. Ambos se observan preguntadose que estaba pasando, contestan la llamada siendo recibidos por un Kazutora y un Wakasa preocupados preguntándoles donde estaban y que hace minutos habian empezado las clases. Se observan, los dos pensando lo mismo empiezan a correr hacia el campo donde olvidaron sus mochilas.

Hanma sujetaba la mano del menor para llegar mas rapido. Corriendo como si huyeran de algo, Kisaki no piso bien y se tropezó con una roca que mágicamente se interpuso en su camino, soltándose violentamente del agarre de Hanma cae al suelo ensuciando su costoso traje, El mayor siente como esa paqueña mano desaparece de su agarre deteniendose busca con la mirada a su acompañante, encontrandolo en el suelo intentando sacar su pie de un hoyo.

Corre direcion a su jefe cortando los pocos centímetros que los separaban agachándose para ayudarlo.

—¡Boss! ¿Estás bien? ¿No te lastimaste el tobillo? —Pregunta Hanma ayudando a sacar el pie del hoyo en busca de heridas graves.

—estoy bien, no tengo ninguna herida grave, no hay nada de que preocuparse, debemos regresar al salon cuanto antes. —Hanma sin escuchar lo que Kisaki decia lo ayuda levantarse con cuidado, limpiando su costoso traje.

El millonario se conmueve por ese gesto, viendo la expresion de preocupación de su guardaespaldas pero desecha esos pensamientos sabiendo que es el deber de Hanma preocuparse por su bienestar, despues de todo es su trabajo.

Confirmando que todo estaba bien, sin esperar respuesta del menor suejta su mano solo que en vez de agarrar su muñeca entrelaza sus dedos con la mano contrario, a ambos les late el corazón cuando sus manos hacen contacto.

Corrieron sin detenerse hasta llegar al campo donde habian dejado sus mochilas, las toman y retoman su corrida, esta vez tomando el elevador para llegar mas rápido.

—...Nunca... habia corrido tanto en mi vida. —En busca de oxigeno se sienta en el sucio suelo intentando calmar su respiración.

Kisaki arruga su cara al ver como el mayor se sienta en el sucio piso ignorando lo que su acompañante anteriormente habia dicho.

En silencio esperaban hasta que el sonido del elevador los saca de sus pensamientos.

Arreglandose las ropas se dirigen hasta el salón que comparten, la puerta del laboratorio se encontraba abierta, entrando en silencio toman sus batas de laboratorio. Sus amigos les hacen señales para que se sienten con ellos.

Aliviados de no encontrar a la profesora en el laboratorio toman asiento junto a sus amigos.

👨‍❤️‍👨

No habia terminado de colocar sus cosas cuando es cuestionado por Kazutora.

—¿Donde estabas, Hanma Shuji? —Regaña Kazutora dandole un manotazo en la cabeza a su amigo viendolo quejarse.

—Auch, eso dolio. —sobandose su cabeza continua —Kisaki y yo salimos a dar una caminata y perdimos la nocion del tiempo, nos dimos cuenta que ya era tarde cuando ustedes nos llamaron, estamos salvados gracias a ti y Wakasa-san. —A tan solo dos asientos delante de ellos, Kisaki tambien estaba siendo regañado por su mejor amigo, el rubio busca con la mirada al de parpados caídos encontrandolo viendo a su direccion, ambos se sonrien.

—El chico de adelante es Wakasa-san? —Hanemiya pregunta, teniendo una idea.

—Si, es amigo de mi Jefe. —Shuji tambien tiene una idea. —Vamos, muevete, te lo presentare, seguro se llevan bien. —El bicolor sugiera con una sonrisa maliciosa.

—Idiota, sabes que tengo novio. —El de arete rueda los ojos, siguendo al mayor.

Hanma se detiene hablando —Siempre dices lo mismo pero nunca nos lo has presentado...

Continuara...