Capítulo único

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Semi-AU?

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Yasuda lo tenía muy claro.

Que Ryohei Hayashi era alguien realmente molesto. 

Irrespetuoso. 

Maleducado. 

De poco tacto. 

Alborotador.

Siempre interrumpiendo a su presidente durante sus actividades del club de manualidades.   

Un delincuente sin reparo. 

En fin. La definición del tipo de persona que Yasuda mas odiaba en el mundo. 

Al menos así era. 

Porque fue inevitable para Yasuda no notarlo.

En realidad, era difícil no notarlo. Presenciar a un alborotador como Ryohei Hayashi de un tiempo para acá cambiar a una postura mas taciturna, no era algo que se viera todos los días. 

Pensó por un par de días que solo era una etapa, pero para su propio desconcierto, aquella actitud se extendió hasta mas de dos meses. 

No era que Yasuda tuviera pendiente, a ella en realidad le daba igual lo que le pasara aquel delincuente.  Pero admitía, por un lado, quizás mas que por monotonía que por otra cosa, que le era extraño no verlo por los horarios de club llegar como pedro por su casa a interrumpir y querer arrastrar al presidente de sus obligaciones.

Ryohei Hayashi ahora en todo ese tiempo se la pasaba recostado en cualquier esquina de la institución. Ya sea mirando hacia el cielo, sus zapatos, o cualquier punto imaginario. 

Yasuda pensó que quizás el chico estuviera finalmente tomando el camino de la decencia. Y hubiera mantenido ese pensamiento, de no ser por aquel día, que iba de regreso a su aula por su mochila y lo encontró en una esquina sollozando. 

Yasuda se quedo inmóvil  contra la pared, nunca en su vida imaginando encontrar un día a Ryohei Hayashi llorando. 

Al rey de la insensibilidad. 

De quien aun recordaba con cierta irritación el como se burló de sus folletos. 

Los sollozos de Pehyan aumentaron y Yasuda llevó una mano a su pecho, y se asomó de nuevo por la esquina de aquel pasillo. 

Y entonces lo vio, desde su posición, cuando el chico bajo su mano de su rostro. Los ojos siempre altivos de Ryohei Hayashi reflejando una gran y profunda tristeza. 

Su corazón se estrujó.

De pronto el chico se calmó y Yasuda miro a todos lados buscando donde esconderse, logrando su cometido al meterse por debajo de un escritorio que se encontraba para su suerte en el pasillo. 

Cuando el chico se alejó, Yasuda salio de su escondite y fue finalmente a por su mochila.

De regreso a casa, Yasuda se frustró al no pudo evitar pensar una y otra vez en la mirada triste de Ryohei.

Y no era porque le interesara Ryohei Hayashi, para nada, solo que era un suceso tan impresionante que no podía evitarlo. Solo eso, nada mas. 

Pero entonces no solo fue ese día, aquella expresión triste le siguio por los días consiguiente, hasta que no lo pudo soportar más y mencionárselo a su presidente.

—¿Pehyan llorando? — Mitsuya Takashi alzo la mirada de su costura, luego su mirada descendió un poco contrita —Bueno, lo entiendo, las cosas no están bien para la Toman en estos días.

Otro lado de tu persona [ Yasuda x Pehyan ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora