Primera carta.
Mi reloj marca las 2:45 am, es de madrugada y muy pronto sonará mi alarma para comenzar otro horroroso día en la horrorosa universidad, pero el insomnio se ha apoderado de mí antes de que pudiera hacer algo.
No me gustan las madrugadas, tu recuerdo las invade poniéndome en un estado de melancolía extrema. Ni siquiera puedo escuchar música para relajarme porque al hacerlo cada canción me recuerda a ti y no, no es justo para mí tener que recordarte justo cuando me siento más sola que nunca.
Llevo meses haciendo caso a omiso a las pequeñas cosas que hacen que te recuerde. Si en el bus alguien usaba tu perfume favorito me sentaba lejos de él y si en la radio sonaba tu música o en algún programa de televisión mencionaban cosas que adoras, lo único que hacía era desconectar el aparato y hundirme en mi cama a sollozar.
Pero simplemente ahora no puedo ignorar tu existencia, no cuando te vi intercambiando saliva con aquella chica rubia que llego de Rusia, tampoco puedo ignorar que la tomaste de la mano y la miraste con aquella ternura que estaba reservada para mí.
Oh, la pobre no sabe lo que le espera.
Así que he decidido escribirte cartas porque es lo único que puedo hacer para poder sacar el dolor que me invade tu recuerdo.
Deberías acomodarte, Nox, porque esta es una historia larga.
Esta es nuestra historia.
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Olvidándote, Nox
RomanceQuerido Nox: Tu recuerdo me mata cada día. Mi sentido común se esta hartando de mi y me esta obligando a olvidarte. Concuerdo con el, es momento de hacerlo. Y lo haré recordándote, recordando como nos separaste. Deberías acomodarte, Nox...