CAPÍTULO 12

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Jace.
Justo cuando mi padre termina de decir aquellas palabras, el ruido de alguien chocando con la mesa de la entrada llena todo el silencio, después de unos segundos una melena castaña aparece nuevamente en la sala de estar.

Joder, ¿habrá escuchado?

-Hola, lamento haber tomado el atrevimiento de entrar nuevamente, lo que pasa es que me he dejado mi bolsa de lápices y sé que podías haberla llevado mañana - me mira - pero me causa ansiedad el saber que existe una posibilidad de que la olvidaras

-¿Recuerdas donde la dejaste? - pregunto tratando de tranquilizarme

-Uhmm... eh... creo que estaba por-

-¡Maia, la he encontrado! - el grito de Giana la interrumpe - creo que por accidente la guarde en mi mochila, perdona

-Oh, bueno, lamento haber entrado nuevamente sin avisar. Ahora sí, eh... nos veremos después - nos da una sonrisa tímida, una de mis favoritas.

-Que les vaya bien - le dice mi madre con una sonrisa

Escuchamos como la puerta principal es cerrada, y por seguridad, esperamos a que la camioneta de Louis arranque. No nos arriesgaremos nuevamente.

-Es demasiado dulce y tierna - dice mi padre - no lo entiendo - niega con la cabeza

-¿Qué demonios significa lo que dijiste al principio?

-Cuida tu vocabulario jovencito, que sigo siendo tu padre - murmuro un "lo siento" - no sabemos cómo o cuándo, pero lanzaron la primera alerta - saca un sobre de color negro, que se encontraba en el bolsillo interno de su saco - estaba en la correspondencia de los Fernand, se sabe que el personal de correos tiene horarios, y el día en que esto - levanta el sobre - fue dejado en la casa, no estaba dentro de los horarios.

-Hubo unidades vigilando día, tarde y noche desde una distancia prudente, y notificaron que hubo movimientos sospechosos, se identificó el vehículo y el sujeto - mi madre comienza a caminar por toda la sala - pero cuando se fue a buscar el vehículo, éste se encontraba totalmente destrozado, era un pedazo de chatarra

-¿Qué pasó con el sujeto? - pregunta mi hermana

-Se encontró sin vida - me giro hacia mí hermana, quien lleva sus manos a la boca - lo más curioso, es que en ambas evidencias estaba el mismo mensaje.

Mi padre se deshace el sobre y deja una hoja de color negro frente a todos. En letras de un tono gris, casi acercándose al negro - que muy difícilmente se distinguen las letras - viene una sola palabra.

«Внимавай»

-¿Qué demonios es eso?

-Después de casi 2 horas de examinar esa tarjeta, los resultados no identificaron ninguna huella dactilar, ningún rastro que permitiera identificar a alguna persona, nada, es como si supieran a que se están enfrentando - mi padre toma asiento en uno de los sillones frente a nosotros - "cuidado" - frunzo el ceño - en idioma búlgaro, quiere decir "cuidado"

Mierda.

-Se habló con la gente que trabaja para los Fernand, se les pidió discreción, firmar un acuerdo de confidencialidad y que estuvieran alerta a todo tipo de movimiento sospechoso o anormal tanto fuera, como dentro de la casa - dice mi madre

-También se contrató a gente de seguridad que estará instalada en puntos estratégicos, instalamos cámaras en diferentes ángulos para que haya una buena visión de todo el perímetro - dice mi padre poniéndose de pie - se inició un informe de todo esto

-¿Un informe? ¿Qué quieres decir con eso? - por primera vez encuentro mi voz

-Abrirán un caso, investigación, como quieran llamarlo, dentro de 72 horas tendremos que ir al aeropuerto para recoger a la agente encargada del caso - dice mi padre, quien se había dirigido al mini bar que tiene en la cocina

-Creí que tú serías el encargado - le digo algo extrañado.

No es un secreto en la familia que, a parte de llevar el control total de Harrison Enterprises, mi padre también es aliado de la RPM (Red Policial del Mundo), una agencia de policías especializados y entrenados para misiones especiales, es decir, misiones que un policía "común y corriente" no sería capaz de resolver.

-No, por ser un caso cercano debo tener un agente supervisor al mando - toma un poco del contenido que tiene el vaso que se encuentra en su mano - el agente supervisor de nuestro caso, será Woods

Ania Woods, una mujer joven de 25 años, la agente supervisora más joven de la agencia. Se graduó en criminología a los 20, en estudios forenses a los 23, y acaba de recibir su licencia en seguridad.

¿Cómo una mujer tan joven puede tener tantas profesiones a una edad tan corta? Bueno, la respuesta es que sus padres también están involucrados en la RPM, y se empeñaron en buscar escuelas o internado especialistas en esos temas. Cuando encontraron la escuela ideal, Alana fue enviada allá y casi 15 años más tarde, llegó hecha toda una profesional lista para patear traseros.

Y por si fuera poco, es toda una cerebrito.

-Espera, ¿dijiste que contrataste a gente de seguridad? - mi padre asiente - ¿a quién?

-A los hombres de Matt

Matt Simons era un hombre de 27 años, graduado y especializado en el arte de la defensa personal, como a él le gustaba llamarlo. Por fuera podría parecer un hombre rudo que en cualquier momento sólo con mirarte te podría matar, pero la verdad es que tenía uno de los corazones más nobles y una inteligencia de lo mejor.

-Entonces, si se abrirá una investigación, intuyo que algo tendremos que hacer nosotros ¿no? - pregunto

-Intuyes bien - mi padre finalmente termina el contenido de su vaso y lo deja en la mesa - tendrán que investigar lo mejor que puedan, deberán acercarse más a Maia - me mira - especialmente tú, que eres quien pasa más tiempo cerca de ella. Deberás hallar formas de saber a dónde, cómo, cuándo, con quién y por qué irá a equis lugar si lo hace - mira a mi hermana - tú serás su sombra, aprendiste la mayoría de las estrategias de defensa personal, así que por esta vez ayudarás a Matt el tiempo que estés aquí - toma asiento junto a mi madre - su madre tendrá más comunicación con Allison, tratará de investigar todo lo posible sobre el pasado, nunca debemos descartar las posibilidades de una venganza o enemigo pasado.

Y si creí que mi estadía en España sería de lo más tranquilo, que tendría tiempo de estar con la castaña de ojos oscuros, conocerla y tratar de acercarme a ella, estaba equivocado. Ahora debía protegerla, ser su sombra y el portador de noticias sobre ella.

Al final de todo, esa sería mi forma de demostrarle cuánto la quería.

Enamorarse no es un delitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora