Capítulo 36

66 22 0
                                    

El día del Juicio final.

— Mi cliente es inocente— atacó el abogado de mi padre—En la parte de su familia es su deber mantener el orden del hogar, es su padre y por derecho tiene el poder de manejar un orden estricto en el hogar.

Se escuchaban murmullos en la aquella sala. Mi padre con su abogado, y yo con Roberto y mi madre.  Cruzábamos miradas debes en cuando y me era imposible contener una sonrisa de victoria, su abogado no tenía con qué atacar hasta él mismo sabia que este juicio estaba perdido. Mantenía mi frente en alto, mi madre estaba nerviosa pero yo estaba aquí con ella demostrándole que no volvería al infierno que vivió por muchos años.

— Abogado, Sánchez — habló el Juez— Es derecho humano—, enfatizó aquellas palabras — Maltrato intrafamiliar, en el video esta más que claro que el detenido quería matarla si no fuera por su trabajadora, me imagino el final.

— Pero...

— ¿Tiene algo más que agregar?— preguntó el Juez.

— La trata de mujeres, él no tuvo nada que ver. Son sólo testimonios de una enamorada de su hija y de una hermana que la ha apoyado siempre.

El juez, quedó en silencio. Aún no se había investigado todo aquello a fondo pero confiaba en mi abogado.

Observé a mi padre que elevo un mínimo gesto en sus labios mirando al frente. Este hijo... no sé va a salir con la suya.

— ¡Objeción!— alzó el tono mi abogado — Su aporte es algo irrelevante, ellos saben que es verdad y hay pruebas contra eso.

— ¡Objeción señor juez!— atacó Sánchez. El juez tomó el mazo y lo golpeó una vez en su mesa.

— Le doy la palabra al abogado Ruiz.

— Un maltrato intrafamiliar va en contra de la ley. No por ser padre,  marido, abuelo etcétera. Tienen derecho de maltratar, pusieron una denuncia el cual si nos vamos por el camino de las leyes ya serian seis años de prisión. Ahora, si le sumamos el trata de mujeres que aún no sabemos cuántas mujeres el señor aquí presente vendió, pero— caminó hasta el juez— si le sumamos a las dos chicas que fueron víctimas y que pidieron huir más la chica Nicol Palacios, y que en ese entonces era menor de edad teniendo diecisietes  años de vida y que fue una muerte que aún recuerdan con dolor, serían entonces cuarentas años más para el detenido Joan Rausell. Las pruebas las tenemos, que esta en la laptop que le di al jurado antes que comenzaran el juicio, que si no calculo mal ya deberían de a ver entrado en el sistema y encontrar algunos email que es como prueba suficiente para saber que, Rausell fue unos de los encargados de la trata de mujeres hace años.

Y eso era todo. Claro y preciso, mi padre se movió incómodo en la silla y observé a mi madre regalándole una sonrisa de que todo estaba bien.

Obviamente, nadie sabía que yo tuve algo que ver con el rescate de Brenda, porque si lo sabían iba hacer sospechoso para mí así que las chicas se encargaron de decir qué, ellas huyeron cuando la mafia entró en plena guerra con otra mafia. Mientras que Esteban dijo que, Nicol había desaparecido días antes cuando iba camino a casa sola  y fue cuando se enteró que la habían matado en Marruecos. Todo encajo para las fuentes policiales y no hubieron más preguntas.

— Se hará un receso de diez minutos mientras que se tomé una decisión—. Aclaró el juez y todos empezamos a salir de la sala.

Cuando me levante de mi puesto y le di la vuelta a la mesa mi padre quedó frente a mí. Su mirada retándome, no veía arrepentimiento, no era mi padre a moroso que nos hacia galletas en la noche. ¿En qué momento comenzamos a vivir con un psicópata?

Latidos infernales [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora