Contigo siempre estaré

Capítulo 9

Impulsos parte 2: Instinto.

Mary

Lo último que pude percibir era a alguien acercándose, de pronto fui golpeaba y lanzada lejos de ellos. El polvo entró a mis ojos y mi visión se tornó borrosa por unos segundos, a causa de la oscuridad me es imposible mirarles a la cara. Me golpeé contra la pared, entre unas cajas vacías, dolió pero fue un instante, mi ira ha comenzado a subir. Aprieto los dientes conteniendome, debe haber un error, o eso quiero pensar. Esto está mal.

—Impresionante, aún con mi ataque sorpresa pudiste protegerte, eres una chica muy ágil y nada común.

Habla como si me conociera, me da rabia. Además, debido a la dirección en la que ahora está parado tuvo que haber estado detrás de la puerta, en la parte donde la oscuridad es más espesa, dio al menos cuatro pasos para quedar de mi lado derecho y colocarse en posición... Bastardo, había apuntado a mi cabeza. Había endurecido mi estómago si planeaba golpearme ahí, apenas pude librarme. El dolor en mis brazos es insoportable, logré formar una "x" para cubrirme y la coloqué delante de mí cabeza, de esa forma logré evitar que me noqueen, vaya percepción, que suerte. ¿Habrá usado solo su fuerza? Me alejó mucho e hizo que chocara fuerte contra la pared. Lo dudo, debió usar algo ¿Un bat de beisbol? No lo creo, era algo aún más duro.

—El piso es viejo, tus botas hacen mucho ruido.

A decir verdad, también entendí el mensaje que Tsuzura y Tadashi intentaban decirme. Lo demás solo fueron mis instintos.

—¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres aquí?

Los rayos de luz de la luna se cuelan en la habitación y logro ver su cuerpo, sin embargo no es suficiente. Mi estómago se aprieta al pensar en que algo pueda pasarles a mis amigos ¡Debo encontrar una solución de como salir de aquí! Mi teléfono se ha destruido por el impacto, el teléfono de Tsuzura no está a la vista. ¡Maldición! ¿Qué debo hacer? No se me ocurre nada.

—Nuestro trabajo no te incumbe mocosa, ustedes solo están en nuestro camino.

¡Nisiquiera me he levantado del suelo! Acaso ¿Tengo miedo? Además... Acaba de decir ¿Nuestro? No he podido sentir la presencia de alguien más, no han de estar en la misma habitación.

—¿Qué carajos dices? ¡Explicate!

—Oi, oi, tranquilízate. Venimos a investigar, no estaba en nuestros planes golpear mujeres.

Una segunda voz se aparece, de acuerdo con el sonido provino de la puerte de entrada ¡Piernas, funcionen! No debo permanecer mucho tiempo en el suelo. Se escucha un tintineo y siento mi cuerpo estremecerse.

—¿Qué es lo que quieren aquí?

Por un momento pensé que podría levantarme, quién entró segundo se dirige a mí, me limito a solo observar. Cuando pasa por la grieta que deja entrar algo de luz puedo confirmar mi temor, está armado. Ahora mi mayor preocupación es que pueda usar eso encontra de nosotros. Las cosas no mejoran, otras tres personas entran, en total son cinco ¿Hasta aquí he llegado?

—Señorita Saotome ¿Cierto? Es un gusto conocerla.

¿Qué rayos? ¿Cómo es que...? Se a puesto de cuclillas enfrente, puedo verle claramente la cara.

—¿Quién te ha dicho mi nombre? ¿Qué sabes de mí? ¡Habla ya!

—Oi, oi, tranquilízate, no queremos hacerles daño, solo venimos por un par de cosas.

—No tienen nada que buscar aquí, váyanse ahora. No sé quiénes sean o qué es lo que quieren, pero no sé llevarán nada.

—Sé una buena chica y quédate ahí, si coopera conmigo los dejaré libres y harán como si esto jamás hubiera pasado.