Un heroe muere, uno nuevo surge

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(Inserte My Hero Academia Ost - Might+U)

— La-La gente — La voz de un Izuku fornido y alto hablo.

Su vestimenta de héroe consistia en un traje de cuerpo completo, mayormente en un color verde y negro con accesorios color rojo.

Su voz estaba pendída de un hilo. Un sentimiento de náusea, desconsuelo y soledad le recorría la espalda. Las lágrimas se le caían de ver la magnitud de destrucción que había hecho Shigaraki.

— Shigaraki... ¡Te matare!

— Ese maldito... - La voz de su compañero Bakugou fornido y alto también hablo.

Su vestimenta de héroe era mayormente negra con algunos toques naranjas, sin sus características granadas que habían sido reemplazadas por unos guantes que le ayudaban a hacer explosiones más fuertes.

La voz tenía un sentimiento parecido, pero a esta se le implementaba un gran enojo y odio.

Esta era la perspectiva del héroe "Deku" y "Dynamight", ahora veamos la de su enemigo

— Esto... ¡Esto es grandioso! — Dio varias carcajadas seguidas. De tanto reír le dolía el estómago. Los cadáveres, el incendio que quemaba todo, la destrucción y sufrimiento en si... Lo hacía sentir vivo, energético, completo. — ¡Quien habria imaginado! ¡Quien habria imaginado que All For One eligiria tan buen sucesor, casi la representación del mal, un ser morboso y cruel!

Musufatu - Japón

Lo que antes fue una próspera ciudad llena de vida, ahora podría ser la representación más cercana al mismo infierno. Esta imagen traumaria a cualquiera que tuviera raíces en ese lugar. Las edificaciones que antes eran opacadas por los edificios que los superaban en altura y belleza, ahora eran iguales en características y emociones. El concreto se caía a pedazos, algunos escombros se desprendían en llamas, nublando el cielo con humo de una asesinada ciudad. La tierra se alimentaba de la carne de las victimas, se bebía su sangre y escupía sus huesos, ayudándose de su quemada y oscura tierra; que no hacía más que ensuciar la suela de los héroes sobrevivientes al caos

— No dejó nada. — Mascullo Izuku. — Kacchan, ¿sabes si ya evacuaron a todos?

El peliverde tomo el pedazo de concreto de lo que fue un edificio, podía sentir las irregularidades en toda su superficie. Por sus fosas olía un olor casi putrefacto, mezclado con la tierra mojada. Era un aroma horrible, explisitamente asqueroso y estaba colmando el vaso. Aplicaba con cada uno de sus dedos una considerable presión sobre el escombro, este se agrieto para fácilmente hacerse trizas en su palma. Apretaba sus dientes entre sí, deseaba con todo su ser maldecir pero pondría en riesgo a ambos, clavaba sus uñas en su piel haciendola sacar ese líquido rojo con sabor a hierro.

— Según lo que dijo Uraraka, si. Hay que matarlo. — Ordenó el pelicenizo — Si seguimos así sera un ciclo de muerte y sufrimie-.

El pelicenizo paro en seco, sus dos rubis, inyectados en rabia, veía lo que en algún momento llegó a llamar casa... cada rincón pulverizado, destruido y consumido en llamas, hizo que una sensación tanto iraccional como adictiva tomara su cuerpo

A nuestro ojirojo le costaba mirar lo que en algún momento fue su hogar, tomo un cartel con el domicilio de su casa. Su aroma era tóxico, casi doloroso, mezclado con el humo. Tenía que apretar sus puños para que no salieran lagrimas de sus cuencas. Sus dedos estaban rojos debido al las elevadas temperaturas del pedazo de chatarra, pero eso a el no le importaba.

— No queda de otra. — Susurro Izuku, un sentimiento de náusea lo volvió a controlar, los cadáveres alrededor de todo el mundo el hecho de recordar todo ese sufrimiento lo descolocaba.

La antorcha sagradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora