Es Sábado. Son las nueve y me niego a levantarme de la cama. Abro los ojos poco a poco para evitar que me duelan por el brillo cegador del sol en la mañana. Oliver sigue profundamente dormido y eso me causa mucha paz interior. El hecho de verlo así, tan frágil y en total tranquilidad hace que me palpite el corazón de felicidad. La verdad yo siento que no hemos cambiado mucho. Me recuesto de lado para poder observarlo mejor y tomo un mechon de su cabello negro. Oliver se niega a cortarlo mucho, cada que vamos a la peluquería solo pide que lo recorten un poco y se ve exactamente igual. Eso me da mucha gracia. Pero a la vez me encanta que su cabello este así. Creo que el cabello liso, algo despeinado y en capas ya es parte de el.
Eso me hace pensar ¿Que pasara cuando nos hagamos mas grandes? ¿Dejare mi cabello mas largo y lo peinare todo recogido? ¿Oliver se va a deshacer de su cabello y ahora lo va a llevar corto? La verdad muchas veces me he hecho esas preguntas, pero trato de no darle muchas vueltas al asunto y opto por vivir el presente y dejar que el futuro me sorprenda.
Sigo acariciando su cabello y de repente el abre los ojos.
-- Buenos días amor.-- Le digo dándole un un beso en la frente.
-- Buenos días ratoncita... ¿Desde a que hora estas despierta?-- Dice frotandose los ojos.
-- Hace pocos minutos... No tengo ganas de hacer nada.-- Bostezo.
-- No hagamos nada entonces. Que te parece si nos quedamos en pijama todo el día. Ordenamos pizza y algunos postres. Vemos alguna serie... Lo que tu quieras mi amor.
-- Suena bien. Hace mucho no lo hacemos.-- Digo divertida.
-- Es parte de crecer. La vida de adulto te hace extrañar los momentos de tu niñez y adolescencia. Recuerdo que cuando mamá aun estaba con nosotros, solíamos hacer pijamada los sábados. Nadie salia para nada y solo veiamos televisión todo el dia. Mi mamá era una gran fan de Harry Potter, así que hicimos varios maratónes.-- Sonríe nostalgico-- Es de lo poco que recuerdo... Al menos tengo la satisfacción de tener solo los recuerdos felices con ella...
-- No cabe duda de que tu mamá era una gran mujer y sobretodo te amaba... Amaba a su familia. Me da alegría saber que pudiste compartir momentos maravillosos con ella.-- Digo sonriendo.
-- Me hubiera gustado que la conocieras...
-- A mi igual. Sin embargo, es lindo poder conocer un poco de ella a través de ti.-- Dije y lo bese.
Oliver respondió al beso mas y mas besos. Se aferro a mi cuerpo y sabia lo que terminariamos haciendo, así que me deje llevar.
En la tarde pedimos pizza. Una hawaina y una de peperoni. También pedimos frituras, galletas de chocolate, helado y algunas sodas. Últimamente yo tenia mucha hambre. Siempre he sido de buen comer, pero estos dias hasta yo me sorprendia por todo lo que comia. El otro día me comí tres hamburguesas de golpe. Santo Dios, debo empezar a cuidarme o voy a convertirme en una pelota andante.
Pasamos todo el día en casa, tal y como habiamos planeado. Vimos una serie coreana y termine llorando a mares. Lo curioso es que Oliver termino llorando mas que yo y cuando volteamos a vernos no pudimos evitar reírnos entre llantos. Era una de las cosas que mas me encantan de el. Era como si estuvieramos sincronizados. Al llegar la noche nos bañamos juntos con velas aromaticas y musica a todo volumen mientras cantabamos como dos locos bajo la regadera. Luego preparamos té y Oliver saco un libro de su mochila.
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Visiones de amor ✨✔
Teen Fiction¿Te has dado cuenta de que conforme creces y experimentas, tu visión del amor se vuelve diferente? Rose es una chica común y corriente que desde pequeña le ha gustado mucho el romance. Niñez, adolescencia, adultez. Veremos como su vision del amor ca...