-Five-

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Mi peluche me ofrece un falso abrazo mientras sigo recostada en la cama, no sabía cuánto había pasado nuevamente, solo sabía que estaba despierta a altas horas de la noche todavía.

En primer lugar, porque ya había dormido algunas horas antes.
En segundo lugar, el insomnio me golpeaba fuertemente y eso era algo casual.

Mi celular vibra en mis manos y eso me hace apartar la mirada de la nada a el, confundida lo desbloqueo para abrir la notificación.

Verónica:
[Hola, Madi] - 1:34 AM

Resoplo con cierta irritación y dejo el móvil reposar sin querer responder, pero las notificaciones insistentes me hacen revisar nuevamente.

[¿Por qué estás despierta? Sé que estás allí porque te llegaron mis mensajes] - 1:38 AM

[¿Cómo estás? Ya me leíste así que ahora me llamas, necesito saber que estás bien.] - 1:39 AM

[No seas idiota, me llamas o te llamo. Yo sí me preocupo por tí.] - 1:45 AM

Dejando salir un suspiro decido llamarla, se preocupaba por mí y yo no tenía el porqué ser distante con ella.

Un tono, dos, tres, cuatro... Y la desgraciada no contesta.

¿Para que quería que la llamara si saldría con eso? Ruedo los ojos con cierta molestia y cuando iba a silenciar el móvil ella me llama esta vez.

— Eso no me hizo gracia.

— A mí sí, si me ignoraste toda la tarde y todavía parte de la madrugada te merecías una llamada sin contestar.

— Madura... Pero bueno, ¿Por qué querías que te llamara? —Pregunto, sentándome en la cama.

— Quería saber cómo estabas —La oigo tomar aire y aparto el móvil de mi oreja a sabiendas de lo que venía— Entonces ¿Cómo estás? ¿Estás en casa? ¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo? ¿Comiste?

— Ey, ey, una pregunta a la vez!

— Lenta, entonces responde la primera que es la más relevante.

Exhalo cansada y mojo mis labios— Estoy mejor... Lamento lo del parque, solo necesitaba un tiempo a solas.

— Pude entender eso, sí, ¿Pero segura que lo estás? Si necesitas algo sabes que puedo ir a tu casa, aunque sea entro por la ventana.

Sí, la desgraciada también era una ninja que se colaba por la habitación para hacer pijamadas a escondidas de mis padres desde toda la vida.

Todo era así porque pensaban que Vero no era a como se suponía que debía al ser hija de uno de sus socios más importantes, ¿Tenía que ser más recatada cierto? A como me inculcaron a mí, pero siempre ha sido lo contrario, fué con quién probé mi primer cigarro aunque casi nos ahogamos, fué con quién probé el alcohol por primera vez y terminamos con resaca al día siguiente e inclusive fué mi primer beso y aunque no me quitaban que fuese mi mejor amiga, tampoco podía verla siempre al ahora estar continuamente ocupada.

— ¿Sigues allí?

— Sí, pero no entres por la ventana esta vez. Ya estoy bien. Además, tenemos que ir a la universidad.

— Eres la número uno en arruinar planes con estudio.

— Ujum... —Levanto la mirada al reloj que estaba en la mesita de noche y hago una leve mueca de disgusto— ¿Hablamos luego en la U? Estoy cansada y es tarde.

— Bueno. Hasta luego, cabeza de Fósforo.

— ¡No me digas así!

— Claro, te amo y me alegro que estes mejor... Pero no se lo digas a muchas personas porque arruinas mi imagen.

Kiss Me (Madelaine y Tú) - EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora