El príncipe y el Bandido

Prólogo

Hace cientos de años atrás una terrible guerra azoto al pacifico reino de Ziridia. Fue provocada por la avaricia de los codiciosos magos elementales, quienes buscaban derrocar a la familia real y colocar en el poder a su líder, la mas poderosa maga con afinidad incendiaria nunca antes vista. Su nombre era Latim.

La guerra trajo consigo la enfermedad y la hambruna, en forma de una gran plaga como nunca se había visto ni se volverá a ver jamás, los nobles enfermaban, los campesinos morían y la población se veía diezmada ante los ataques. Y así la batalla continuó durante diez largos años, en los cuales los terribles hechiceros no hacían más que atormentar a los habitantes de Ziridia...

Hasta que llegó un héroe

Un valiente y noble caballero que pudo hacerle frente a Latim en una batalla que sería contada aunque pasarán cientos de años. El día del terrible enfrentamiento el cielo se tiñó de un rojo intenso, hombres y mujeres,  niños y ancianos todos rezaban en protección del caballero, no pararon durante todo el día, solo lo hicieron una vez que el valeroso héroe, cubierto de sangre y heridas, salió por las puertas del recinto de la maga, reclamando lo que algún día había sido un hermoso y elegante castillo.

A partir de ese día los magos elementales se recluyeron en cuevas, otros escaparon hacia distintos reinos, pero la mayoría fueron asesinados por ordenes del nuevo rey...

-Y así fue como sucedió, su alteza-dijo la mujer sentada en frente de la chimenea de la amplia habitación con un niño en brazos.

-¿Y que le sucedió a Latim?-pregunto el pequeño niño.

-Se dice que fue desterrada a una tierra de hielo distante, de dónde jamás podría volver, su alteza-contesto la mujer acariciando dulcemente el cabello del pequeño príncipe.

-Algún día seré igual a ese noble y valiente caballero-exclamo el pequeño- así podría ayudar a todas las personas.

-Yo se que lo logrará, mi pequeño príncipe- contesto la mujer con una dulce mirada en su rostro y una sonrisa de orgullo.