Prólogo

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Hay quién dice, que es fácil perdonar, olvidar, que no existe el rencor. Sin embargo, hay quiénes piensan que el rencor, aún siendo opcional, no debe desaparcer, pues sí alguien hace algo una vez, ¿Por qué no hacerlo una segunda? Quizás sean sólo opiniones pero, pensadlo, ¿Todo el mundo merece ser perdonado? En la vida de una chica, de 16 años, hay cosas, quizás a la vista de adultos, que son tonterías pero que pueden crear un rencor en el corazón de esta, que puede durar años en irse, o simplemente, no irse.
En esta historia la protagonista, Lía, aparecerá en sus dieciséis años. Narraré sus idas, sus venidas, su primer amor, la locura de un verano adolescente, y como comentarios pueden romper grandes amistades.  Me basaré en opiniones así que por favor, todas las críticas que se os ocurran, comentadlo.  ¡Gracias, espero que os guste!

Lunes

No, no, no. Por favor no. Las 7, ¿ya? Malditos lunes, que mal, ¡Qué mal!
Se levantó de la cama y se miró al espejo. Que irónico sería que Raúl la viese así, ¿Qué opinaría? Se rió y fue al armario. Antes de elegir nada encendió el ordenador y puso YouTube, busco Thinking out loud, de Ed Sheeran. Volvio al armario; camisas, vaqueros, camisetas, vestidos... ¿Qué se pondría? Aquel día tenía que ser su día. ¿la camisa de cuadros y los vaquelos claros? Mmmmm, sí, estaría bien. Se ducho y se vistió rápidamente, se secó y se alisó el pelo y bajó las escaleras cantando la canción que antes había escuchado ; And I'm thinking 'bout ppl fall in love in mysterious ways...
-Buenos días mamá, buenos días papá- dijo mientras les daba un beso a cada uno.
-Buenos días cariño- dijo Mara
Lía cogió una tostada al vuelvo, subió arriba, se lavó los dientes y se marchó. Que ganas tenía de verle. Tenía una intuición, aquel sería su día, tenía que serlo.

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