Capítulo único

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Desde hace mucho tiempo, se cuentan historias de fantasía, donde un gran caballero, en busca de aventuras, busca en castillos, mazmorras, bosques y drenajes, enemigos imbatibles para conseguir la gloria, bueno pues esta, no es una historia de esas...

En un reino muy pequeño, el caballero Gram, fue entrenado desde joven, con el objetivo de proteger al pueblo, por su padre, un caballero con más edad que tiempo.

Cuando su padre cayo por una extraña enfermedad, este le entrego a su hijo su espada y le pidió que siguiera protegiendo su pueblo.

Por esos tiempos un famoso alquimista había aparecido cerca del pueblo y fue en busca de una cura.

- Por favor, ayúdeme a curar a mi padre – Gram.

- Tú, lo que necesitas es la lagrima de Dragón – Alquimista.

Los dragones llevaban años extintos, por lo que Gram se resignó y decidió, seguir entrenando su espada.

Con el pasar de los meses su padre murió, y ya sin familia, Gram emprendió un peregrinaje hasta el fin del mundo.

Después de años, de caminar y cazar para sobrevivir, un Gran dañado por el paso del tiempo, lo encontró, en el fin del mundo, todavía existía un dragón.

Gram lo vio sobre una pila de armas y armaduras, lo miraba fijamente y decidido a vencer o morir, tomo su espada, la que fue de su padre y de su padre antes que él y cargo con toda su fuerza.

La batalla era muy dura, cada golpe que el monstruo daba, Gram juraba escuchar como pedía ayuda, pero no hacía caso, su furia lo cegaba, todo lo que hacia era atacar y atacar, hasta que finalmente el dragón sucumbió, con su cabeza sobre el piso Gram se acerco y tomo aquella botella de lagrima de dragón.

Ya no le servía, pero era su venganza por la muerte de su padre, el monstruo no era culpable y aun así lo mato, con todo y eso, por alguna razón su ira no caía.

De repente sintió un gran dolor en su pecho y se empezó a extender por todo su cuerpo, hasta que se desmayó.

Cuando volvió su conciencia, su cuerpo no respondía como antes y cuando abrió los ojos lo vio, el alquimista estaba frente a él y cuando se intento mover algo lo freno, una fuerza invisible le impedía acercarse al alquimista.

Furioso, grito y grito hasta que por fin su vigilante hablo.

- Parece que tú también caíste en la locura, pero no te preocupes, buscaré a alguien que te libere de tu sufrimiento – Alquimista.

Y cuando lo dijo desapareció...

Había pasado mucho tiempo y en ese momento Gram lo vio, un aventurero venia a él y lo primero que hizo fue gritar por ayuda, el aventurero decidido a vencer o morir, tomo su espada y cargo con toda su fuerza...

El destino del caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora