Una luna llena oculta a medias por los nubarrones que habían comenzado a formarse horas antes, vigilaba los pasos del abad a través del patio, hasta el gran edificio de piedra caliza. El hombre descorrió los cerrojos, se internó en la oscuridad al interior del salón y volvió a bloquear el portón. Avanzando a tientas, llegó hasta el primer candelabro en el altar junto a la entrada, tomó una de las velas, la encendió, evitando con una mano que las corrientes de aire internas no la apagaran nuevamente y se puso en marcha hacia el fondo del lugar.
Sus pasos, aunque cautelosos, le parecían retumbar por todo el sitio, despertando ecos en las paredes. Enfiló un corto pasillo que parecía no tener salida, paseó sus manos por la roca desnuda y presionó un canto que sobresalía hasta que la entrada al pasadizo secreto se abrió frente a él, llena de tinieblas que la débil iluminación de la vela no lograban apartar del todo.
El corto túnel desembocaba a su vez en una pequeña estancia, donde lo más llamativo era el altar del fondo, presidido por un inmenso pentagrama invertido y las cornamentas de dos cabras a cada lado.
El abad llegó como en trance hasta la mesa situada frente al sagrario. Encendió los cirios al tiempo que disponía el resto de elementos para el ritual. Las sombras se arremolinaron inquietas y un cántico profundo, apenas perceptible para cualquier otra persona, pero que retumbaba en la cabeza del sacerdote, quebró el silencio. A la luz tenue de las velas, sujetó la pluma con mano temblorosa e inició la tarea de transcribir en el libro forrado en piel que había sobre la mesa, las palabras que le habían sido dictadas con anterioridad por la criatura que le visitara en sueños esa noche.
“El fin de los tiempos se acerca. La Bestia Cornuda ha de levantarse entre la sangre y las cenizas de sus enemigos. Estad atentos, criaturas del alba, porque la hora implacable de su destrucción, ha llegado.”
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El miedo que nos acecha [Antología de terror y ciencia ficción]
Horror"Los monstruos son reales y los fantasmas también, viven dentro de nosotros y a veces, ellos ganan" Entonces ¿a qué se le puede tener miedo? Prácticamente, a todo. Los seres humanos podemos sentir miedo a la soledad, a lo desconocido, a la oscuridad...