Un Error Puede Cambiar Muchas Vidas

Pensamientos

Ruby no dejó de abrazar a Weiss hasta que llegó el desayuno y la heredera amablemente le pidió que se separaran para poder comer, lo hacen en silencio.

— ¿Te gusta? — pregunta la peli-blanca mirando a su compañera de reojo.

— La verdad si extrañaba esto... — la menor la mira y sonríe, no refleja su felicidad como antes hacía pero se nota que es sincera — La comida, tu compañía... — frunce el ceño y aparta la mirada.

— ¿Qué sucede? — la joven Schnee deja de lado su plato para acercarse.

— Yo... Te dejé... — la peli-corta pone las manos en su cara — Tu de entre todas las personas, simplemente me fui y... ¿Cómo me hace eso diferente a...? — pasa saliva.

— Oye — la heredera se arrodilla frente a Ruby y toma sus manos — ¿De qué estás hablando? —

— Yang me dejó y lo único que hice fue esconderme, soy egoísta, no pensé en ti antes de hacerlo... —

— Ruby, eso no... —

— Tal vez yo soy el problema... —

— No es así —

— Todos los que están a mi alrededor salen lastimados, por mi mis padres murieron —

— Detente —

— Por mi Raven nos abandonó —

— Es suficiente —

— Si no hubiera nacido tal vez Yang tendría una vida feliz y tu no estarías atrapada con alguien como yo—

— ¡Ruby! — Weiss se levanta y la toma por los hombros sorprendiéndola, la menor tiene lágrimas en los ojos.

— Lo... Lo siento... — murmura la peli-corta apartando la mirada, escucha un suspiro y el agarre en sus hombros se relaja.

— No, no tienes que disculparte — la peli-blanca pone la mano en su cabeza llamando su atención — Está bien expresar como te sientes, porque de esa forma puedo decirte lo equivocada que estás —

— ¿Eh? —    

— Nadie te culpa Ruby, ni Yang, ni yo, ni siquiera Rubén... Aunque estaba molesta contigo al principio —  murmura eso último — A lo que quiero llegar es que cosas malas a veces pasan y nos culpamos porque queremos tener un responsable aunque en realidad no seamos los causantes, la vida te ha lastimado y ha sido injusta, has creado tus propios métodos de defensa de acuerdo a las circunstancias y simplemente has recurrido a ellos —

— ¿Cómo sabes siempre qué decir? — las lágrimas de la joven Rose comienzan a brotar con más frecuencia, pero no solo reflejan dolor sino algo más.

— Sólo soy buena con las palabras — o simplemente es porque sabe lo que se siente y dice lo que alguna vez quiso escuchar —  Pensaste que estabas sola y que todo lo que creías seguro desaparecía — la abraza y traza círculos lentos en su espalda — Sé que no tienes muchas relaciones, pero las que has construido son para siempre así que aunque no quieras no podrás alejarme de tu lado — Ruby ríe entre lágrimas — Sé que no será lo mismo sin Yang, aún así, ella prometió que volvería y tu y yo sabemos que siempre mantiene su palabra —

— Gracias Weiss, gracias por todo — la oji-plateada sonríe cerrando los ojos y sintiendo ese calor, raramente presente en su novia, que le asegura que por difícil que será superar muchas cosas, con ella al lado lo hará más sencillo.

— Dijiste que tu eras el problema — Weiss se separa para mirar a los ojos a su novia — Tu no alejas a las personas Ruby, en su lugar, creas un lugar seguro al que volver —