Único

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- ah aah.. ahg a_ah - gemía acalorado un azabache de enredada cabellera y ojos esmeraldas tan intensos que podrías sentirte intimidado, lo malo es también te podrían llegar a hipnotizar  y más con unas mejillas rojas, más que un tomate mismo, una completa imagen provocadora.

-oh vamos Potter, no me digas que es todo lo que puedes resistir?- decía un muchacho de cabellos rubios platinados los cuales estaban ligeramente desordenados, regalándole a su mirada una sombra haciendo que sus ojos grises resaltansen por lo dilatadas y brillantes que estaban, quien estaba sentado en una silla de madera lo cual, solo su torso, estaba ligeramente inclinado hacia al frente y con una sonrisa de oreja a ojera demostrando su perfecta dentadura y uno que otro colmillo resaltante y la emoción en esta - ni si quiera he podido colocarlo al nivel 7 y ya te corriste... dos veces -decía con algo de sorna y lascividad el cual  hacía que su mirada brillaba más en la oscuridad, mientras mostraba un pequeño control ovalado y de color negro, que solo disponía de tres botones.

-Aah.. Malfoy.. par_ uhg ah para- decía Harry quien se encontraba en el suelo, con las muñecas atadas entre la corbata del Slytherin y uno de los tubos de alcantarilla de aquel calabozo - es_ estoy agotado ah- decía entre suspiro, jadeos y gemidos, mientras tenía las piernas abiertas de par a par demostrándole lo bien que se ve sin esas prendas interiores.

- oh Potter.. - dijo el de Slitherin relamiendose los labios al ver tal escenario, uno de sus más insoportables enemigos justo a sus pies, con sus piernas de par, mostrando lo más humillante, inclusive su miembro semi erecto y rojizo ya por su segunda corrida se veía maldita mente delicioso, su cara que estaba roja, sus ojos esmeraldas empañados de peligrosas lágrimas, los hacía brillar más, la semi desabotonada camisa que aún cargaba, arrugada y manchada con sustancias blancas,  y su piel que brillaba por el ligero sudor que lo hacía ver aún más delicioso -seguro que ya estás? - decía mientras se bajaba de la silla para ponerse entre las piernas abiertas del azabache alborotado..

Mientras le mostraba en pequeño control a Harry quien este solo se tensó y tembló de la excitación y el miedo.

- N_no te atreverias- dijo Harry temeroso, pero no solo por que realmente estaba cansado sino que temia de él mismo, de caer en las garras fieras del pecado de la lujuria y rendirse a pedir más por el tonto y ególatra de Malfoy.

-No me subestimes Potter- dijo esto con una pequeña risa al final, colocando su mano izquierda, la cual estaba libre, en el pe*e del azabache apretandola solo un poco haciendo que Harry arceara la espalda por la sensación de ahogo en su viribilidad y soltando un gemido agudo, aún estaba muy sencible.

Al Slitherin le excito la escena haciendo inevitable que su mano izquierda se moviera de arriba a abajo, rodeando todo el falo del azabache, a veces paraba en la punta y le daba masajes circulares o verticales en el orificio de esta mientras Harry solo se disponía a morderse el labio para trata de callar sonido de su garganta, tratando de no  demostrar de que le estaba gustando tal humillación, sintiendo como sus piernas temblaban por tal gusto y sus lágrimas ya tomaban riendas.

Malfoy solo se disponía a mirar cada mueca que hacía al que tocaba, viendo que algunas veces abría la boca para expulsar suspiros o gemidos y una que otra palabras que solo quedaba a medias, y esa mirada que a veces desprendía odio pero también, por sus pupilas, que le gustaba lo que hacía, dándoles temblores por el gusto y extasis.

No podía con Harry, era benditamente sexy y adorable, solo se acercó a su cara para ver a nitidez sus expresiones como por ejemplo ese momento en donde tu cuerpo pasa pequeños corrientasos de energía, asiendo que su cuerpo se contraiga, desbaratandose, en este caso de excitación, pues Harry intentaba mantener los ojos abiertos pero le era casi imposible y esa bendita boca, eso labios que mil veces a visto para cuando lo insultaba, estaban ligeramente hinchados y abiertos, solo se lanzó a besarlo fugaz y ferozmente haciendo que los gemidos se ahogaran en sus bocas y hilos de saliva resbalaban de sus labios, jugando con sus labios y lengua, tocando todo lo que podía tocar, succionado lo que podía succionar para luego separarse y apreciar ciertos hilos de saliva que mantenía unidos sus bocas hasta que, ligeramente, se rompieron.

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2021 ⏰

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Una noche de calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora